¿Qué hicieron sus padres que le hizo decir “nunca seré como ellos”?

Mi madre me golpeaba hasta que se ponia negra y morada solo por preguntar si podía salir con algunos amigos. Tenía 8 años.

Mi mamá aceptó intentar medicarme para el trastorno bipolar. Estuve tomando Depakote y Litio durante casi un año (EDICIÓN: más bien cerca de seis meses, creo). El litio es tóxico para la tiroides y tengo la tiroides dañada de por vida. Todavía tengo cicatrices en mi brazo por un episodio de psicosis causado por el Depakote. Soy autista, no bipolar. Tenía nueve años.

Mi mamá me tiró un libro a la cara. Un libro de tapa dura. Todavía tengo una pequeña cicatriz debajo de mi ojo donde la tapa del libro me rompió la piel, casi necesito puntos para eso. Tenía 15 años.

Descubrí que estaban tratando de ocultar cuando mi primo me violó a los cinco años. Y eso fue solo porque escuché sin saberlo ellos a mi familia, a mi madre, mi tía y mi abuela, discutirlo y si me iban a decir o no y, en caso afirmativo, cuándo podrían decírmelo. Tenía 14 tal vez 15 años.

Fui violada de nuevo. Estaba en una fiesta con mi mejor amigo y nos separamos. Su madre insistió en que fuera al hospital y estaba tan aterrorizada que incluso me negué a darles mi nombre. Sabía que si les daba mi nombre, tendrían que ponerse en contacto con mi familia porque yo era menor de edad. A día de hoy, todavía no se lo he dicho a mi familia. Nunca presenté cargos porque no conocía al tipo y porque el trabajador social me dijo que para presentar cargos necesitarían mi nombre. Tenía dieciséis años.

Mi madre descubrió que me estaba cortando y me avergonzaba por eso sin descanso y me utilizó como ejemplo para mis hermanos por qué no deberían cortarse a sí mismos, para que no se convirtieran en basura como yo. Ella me asaltó y casi me dislocó la muñeca mientras tiraba para mostrarlas a mis hermanos. Le di un puñetazo y le dejé un moretón en la mandíbula y un ojo morado durante semanas. Yo tenía 16 años.

Mi madre me golpeó contra la pared y me causó una conmoción cerebral porque no quería las inyecciones contra la alergia y había dicho que no toleraría esas malditas cosas. Tenía 12 años.

Mi madre tomó cada uno de mis cuadernos de bocetos y mis pinturas. Y los quemó o los regaló. Ella también regaló o se deshizo de todos mis herramientas de dibujo. Tenía trece años.

Solía ​​coleccionar pegatinas de parachoques. Cubrí las paredes de mi habitación con ellas. Cada vez que un miembro de la familia hace un viaje, la mayoría de las veces vienen a casa con una pegatina para mí. Mi madre destrozó las paredes de mi habitación mientras estaba en el campamento. Ella pintó sobre todas mis pegatinas de parachoques y arrancó algunas de ellas. Tenía 10 años.

Cumpliré 21 el próximo mes. Todavía estoy tratando de salir de su alcance por completo. Estoy viviendo en un apartamento por mi cuenta con mi novio. He podido volver a la pintura. Todavía estoy tratando de trabajar hasta con las entrañas para entrar en terapia solo para tratar de comenzar a curar todo el dolor que me ha hecho pasar. Todavía tengo pesadillas infernales y flashbacks debido al C-PTSD. He tomado un par de clases de autodefensa y un par de clases diferentes de lucha porque sé que si alguna vez vuelve a atacarme, quiero estar preparada esta vez. Quiero darle una paliza, porque esa niña indefensa no pudo.

El 17 de julio de 2019 cumpliré 21 años. Tengo la intención de pasar el día con el teléfono apagado para que ella no pueda llamarme. Estoy llorando mientras escribo esto porque es muy traumático recordar. Pero tampoco es que pueda olvidar.

Si alguna vez tengo hijos, no seré como mi madre. Me mataré antes de ser como ella.

(A2A)

Credito Foto: Free Image on Pixabay - Child, Education, Fear, Terror