¿Qué pequeños cambios de comportamiento pueden contrarrestar la pereza?

Mi papá me dijo que la parte más difícil de Hell's Week (el entrenamiento de los SEAL Marines) era el martes.

Cuando lo escuchas por primera vez, parece una elección extraña.

La semana del infierno significa que los soldados tienen que despertarse para un tiroteo un domingo y se ven obligados a hacer ejercicios físicos, saltar al agua fría y arreglárselas sin dormir hasta el viernes.

Una tarea gigantesca, no importa cómo se mire.

¿Pero por qué el martes?

El domingo, te despierta el fuego de una ametralladora.

A lo largo de la noche corres, cargas balsas, te regañan. Saltas en agua helada. Estás temblando. Comes.

El lunes por la mañana continúa.

El agua fría, el esfuerzo, el levantamiento de troncos extremadamente pesado, el sprint se extiende hacia las olas.

Constantemente hay nuevos ejercicios mentalmente extenuantes con instrucciones específicas, que cuando no se siguen exactamente, resultan en diferentes tareas punitivas.

Esto está sucediendo durante todo el lunes.

Es lunes por la noche.

Durante la noche, mientras otras personas duermen en su cálida cama, usted tiembla, sus brazos arden, su espalda rechina y sus piernas comienzan a sentirse como tablas rígidas de tanto correr.

Este laberinto de miseria se ha convertido en tu realidad.

El martes amanece.

Estás realmente cansado, más cansado que nunca.

Estás pensando en los próximos días.

Estoy tan cansada ahora. Ni siquiera estamos a mitad de camino. El viernes está muy, muy lejos.

Y estoy tan, tan cansado.

El martes, la tarea que tienes por delante parece completamente imposible.

Muchos chicos empiezan a sentir lástima por ellos mismos. Empiezan a pensar en lo difícil que es, lo mucho que duele, lo cansados ​​que están.

Mucha gente tira la toalla los martes.

¿Qué tácticas usaron mi papá y algunos otros?

Concéntrese en cada ejercicio, uno a la vez.

No busque más allá de eso. No pienses en el viernes, no pienses en mañana, no pienses con una hora de anticipación.

Quédate en el momento. Una pequeña tarea a la vez.

Esto se puede traducir en muchas de las cosas comunes con las que todos luchamos:

El gimnasio: Concéntrate solo en ponerte los zapatos. Un pie Luego el otro pie. ¿Fue bien?

Luego toma las llaves y sube al auto. Luego concéntrate en arrancar el coche, conducir, ir al gimnasio.

Estudios: Ve y siéntate en el escritorio. Abra el libro y vea qué pasa. Lea una oración o dos. Si funciona, lea un párrafo.

Si puede limitar su campo de visión a solo unos momentos frente a usted, puede reducir el peso mental del obstáculo.

Esta táctica es increíblemente efectiva para resolver los obstáculos percibidos que causan la postergación y la pereza.