La salud mental está muy expuesta y es sumamente vulnerable ante el contenido masivo que recibe a diario por medio de las redes sociales.
Es delicado porque aún se ve como algo normal el pasar tanto tiempo envuelto en estas interacciones digitales sin control ni consciencia.
- “Sus algoritmos internos muestran contenido que inspire odio, división y polarización porque es más fácil provocar ira en la gente que inspirar otras emociones. Facebook se ha dado cuenta de que si cambia e algoritmo para que sea más seguro la gente pasará menos tiempo en la página, hará clic en menos anuncios y por tanto generará menos ingresos.”
- “Lo trágico de los propios estudios de Facebook es que prueban que cuando las mujeres jóvenes consumen contenidos que empeoran sus desórdenes alimenticios se deprimen, y esta depresión las lleva a consumir más y más contenidos de ese tipo. Eso las mete en un bucle en el que odian su cuerpo cada vez más”, explica Haugen.
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