¿Si un agujero negro es del tamaño de un guisante verde, ¿sigue siendo muy peligroso si lo sostienes en la palma de tu mano?

Cuando imaginamos un agujero negro pequeño, tendemos a imaginarlo como un mágico pasaje a otro lugar del universo, a otro universo, o simplemente como una poderosa aspiradora. Se nos olvida que un agujero negro es, por muy pequeño que sea, primordialmente un punto en el espacio-tiempo con una alta concentración de masa y un fuerte campo gravitatorio.

El “tamaño” de un agujero negro usualmente está relacionado con su horizonte de sucesos el cual representa el límite donde la luz ya no puede escapar. No es una superficie propiamente dicha, no es tocable. Cualquier cosa que intente tocarla simplemente traspasa ese límite. Ese tamaño, el radio propiamente, es el llamado radio de Schwarzschild.

Utilizando un calculador de agujeros negros (Schwarzschild Radius Calculator), un agujero negro con radio de Schwarzschild de 0.5 cm tendría una masa equivalente a 0.56 planetas tierra! En otras palabras, algo así como la masa de 40 lunas!!!

Como ves sería imposible sostenerlo en la palma de tu mano. En realidad sería imposible ponerlo sobre tu mesa, sobre el piso de tu casa o ponerlo en contacto con la superficie de la tierra. De hecho si lo colocáramos en órbita reemplazando a la luna, los efectos gravitatorios sobre nuestro planeta serían muy pero muy distintos, empezando por las mareas.

Por otro lado, la fuerza de gravedad en su cercanía sería enorme. La gravedad en la superficie de un objeto tiene que ver no solo con la masa del objeto sino también con la distancia al centro de gravedad.

En la superficie de la tierra la gravedad es 9.8 m/s^2. Si la tierra fuera de la misma masa pero de un diámetro mayor, la gravedad en su superficie sería menor. La gravedad de la tierra a 400 km de altura que es donde la Estación Espacial Internacional orbita, es el 90% de la gravedad en la superficie. De igual forma si comprimimos el volumen de la tierra sin cambiar su masa, la gravedad en la superficie se hace mayor pues está más cerca del centro.

Para un agujero negro del tamaño de un guisante la gravedad superficial sería completamente destructiva, miles de millones de veces mayor que en la tierra. Incluso a distancia, sería imposible resistir su gravedad. La pregunta no es si podemos tenerlo en la palma de la mano, es obvio que no. La pregunta en realidad es qué tanto tardaríamos en ser reducidos a la singularidad una vez que empezamos a caer hacia él.