¿Por qué Corea del Sur y Japón son tas prósperos, pero los regímenes sudamericanos históricos apoyados por Estados Unidos tan pobres?

Me centraré en Corea del Sur porque su historia es aún más dramática que la de Japón, aunque ambos países emplearon una estrategia muy similar.

Corea del Sur literalmente se levantó de las cenizas para convertirse en uno de los países más ricos del mundo en la actualidad. En 1955 su PIB per cápita era de $64; hoy cuesta alrededor de $ 30,000, un aumento de casi 500 veces.

Pasaron de esto:

Para esto en una sola generación:

¿Cómo?

La respuesta está en los chaebols, conglomerados familiares que dominan la economía surcoreana. En los EE. UU y Europa todos estamos familiarizados con los teléfonos Samsung y los automóviles Hyundai, pero dentro de Corea del Sur, estas compañías llegan a todos los rincones de la vida cotidiana.

Echemos un vistazo a Samsung, el chaebol más famoso que representa casi el 15% de la economía de Corea del Sur.

Tú puedes obtener un título universitario en la Universidad Sungkyunkwan afiliada a Samsung, luego conseguir un trabajo en Samsung y mudarte a su nuevo apartamento en Samsung Tower Palace, que está equipado con un sistema de seguridad para el hogar, aire acondicionado, TV, refrigerador, horno y manufacturados por Samsung. microonda. Cuando se enferma, puede recibir tratamiento en el Centro Médico Samsung en el distrito de Gangnam en Seúl. Cuando desee casarse, puede hacerlo en un lugar propiedad de Samsung, y cuando sea el momento de jubilarse, puede ir a una casa de retiro de Samsung. Cuando se acabe el tiempo, sus arreglos funerarios pueden ser manejados por una funeraria Samsung.

Los chaebols expandieron su influencia durante la era Park Chung-hee. Park fue un dictador militar que gobernó Corea del Sur desde 1961 hasta su asesinato en 1979. Las compañías fueron designadas para recibir un tratamiento especial por parte del gobierno a fin de impulsar la industrialización y modernizar la economía de Corea del Sur. Se emplearon varias estrategias: las empresas estaban protegidas de la competencia extranjera a través de aranceles y se les otorgaban garantías de préstamos que les permitían invertir y construir nuevas fábricas. La política económica del gobierno favoreció las exportaciones para obtener capital extranjero para futuras inversiones. Con el tiempo, la inversión repetida permitió a los chaebols ascender en la cadena de valor agregado, produciendo productos más complejos y sofisticados que permitieron a estas compañías competir directamente con los productores estadounidenses y europeos.

Puedes ver esto más fácilmente con los autos. Las primeras importaciones coreanas de Hyundai y Kia se encontraban en los segmentos de gama baja del mercado, compactos y sedanes medianos. Un enfoque obsesivo en la confiabilidad les permitió ganar nuevos clientes, y la eficiencia de la cadena de suministro los hizo rentables en un segmento de mercado de bajo margen. A medida que mejoraron, comenzaron a competir en el extremo superior más rentable del mercado: SUV, sedanes de lujo e híbridos.

Esta relación simbiótica entre el gobierno y las empresas, junto con la ética de trabajo demente del pueblo coreano, es lo que transformó a Corea del Sur en el país que conocemos hoy. La contribución de los Estados Unidos a esto fue militar. Al proporcionar protección a través del Tratado de Defensa Mutua de Estados Unidos / Corea del Sur, Corea del Sur estaba protegida de las amenazas externas y se le daba la estabilidad necesaria para que el país se desarrollara. Pero la mayor parte del crédito tiene que ir al pueblo coreano y sus líderes, incluido Park, un dictador brutal que, sin embargo, preparó el escenario para el notable aumento de los chaebols.

En pocas palabras: las naciones de América del Sur no lo han hecho tan bien en la organización de su gente y recursos. El liderazgo político deficiente, la falta de una estrategia coherente en la política económica, la corrupción, el tráfico de drogas, los recursos insuficientes dedicados a la educación son factores que entran en juego. Compare esto con Corea del Sur: TODA la sociedad surcoreana, a partir de la década de 1950, se centró como un rayo láser en un objetivo, creando una sociedad próspera. Las naciones de América del Sur ... no lo hicieron.

Hay desventajas en la estrategia coreana que están causando mucho sufrimiento entre su gente, razón por la cual muchos jóvenes surcoreanos se refieren a su país como "Infierno Joseon" (Joseon fue una antigua dinastía que gobernó la península coreana hasta el final Siglo 19). Las presiones competitivas de la sociedad surcoreana han creado una de las tasas de suicidio más altas del mundo y una tasa de pobreza entre los ancianos de casi el 50%.

Entonces, aunque la gente de Sudamérica puede no ser tan próspera, no vive en una sociedad de olla a presión donde todos están constantemente siendo presionados para tener éxito y menospreciados si no lo hacen.

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