El objeto del abogado es defender a su cliente. El juicio de culpabilidad es cuestión del juez. Al abogado lo tiene absolutamente sin cuidado si eres culpable o no. Su deber y obligación es defenderte, ese es su lugar estipulado en el modelo judicial. Defenderte no lo vuelve ni lo implica en culpabilidad alguna de tipo legal porque se ve amparado por su figura y su obligación.
Hay abogados que se rehúsan a defender asesinos, violadores, abusadores de niños o a actuar en contra de médicos, curas o militares por razones estrictamente éticas. No por impedimentos de índole jurídico.
El término "abogado del diablo" precisamente atañe a aquel abogado que es un mercenario. No tiene impedimento ético alguno. Igual defenderá a un violador o a un asesino en serie o a un político corrupto a sabiendas de su culpabilidad.
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