Excelente la pregunta. No la puedo responder, pero sí explicar algo muy importante. Me ocurrió a mí y puede ser de utilidad a quien lo lea:
En la proximidad de mis cincuenta años, me hallaba trabajando en mi querida ciudad a un ritmo demasiado intenso. Digamos << por así expresarlo >> que era un adicto al trabajo. La cantidad de horas que empleaba de la vida diaria, me insumían tanta energía y atención, que a veces hasta perdía el apetito y la sensación de sed. No percibía que me estaba deshidratando. No registraba en consciencia el agotamiento y la disminución de atención y razonamiento.
Eran síntomas de estréss, como se define a la saturación de la capacidad de absorber y resolver situaciones, problemas, crisis.
Mucha situación conflictiva. Mucho tiempo. En mis tareas de instalador de equipos de alarma domiciliarias y comerciales por casi 30 años, me cruzaba con otros gremios que participaban en la construcción de edificios, casas comercios. Fue así como encontré un “equivalente” a mi trabajo, pero en la carpintería de obra y muebles de uso comercial. Tenía hijos y esposa como yo. Era como yo en versión carpintero de obra. Luchador, comprometido con todo.
Nos cruzábamos una o dos veces al mes en distintos trabajos y refacciones donde ambos gremios nos encontrábamos. Era habitual encontrarse incluso en el supermercado o en el banco, para depositar cheques o valores al cobro. Comenzó a pasar el tiempo y ya no lo veía en las obras que iban surgiendo. Un día le pregunto a un contratista que habitualmente nos conocía a ambos y confiaba en la calidad de trabajo de los dos,¿ cómo es que no lo veo a este muchacho carpintero de obra de la camioneta Toyota que hizo tantas obras con usted ? — Se murió —me dijo — Tuvo un coma diabético por estrés y no lo pudo superar
¡ No puede ser ! ¡ Era un tipo sano que ni siquiera tenía gripe !. — Hazte controlar tu, que sigues el mismo camino que él. Me dijo el contratista.
Y me realicé un chequeo general médico completo:
“ Usted tiene diabetes química” me dijo el doctor. Su colesterol, a pesar de ser usted muy delgado está superando los 330 que es una barbaridad de malo. Pero la glucosa en sangre es atroz : Si continúa con este ritmo de vida, será usted un diabético crónico y hasta puede llegar a padecer un como diabético y morir al no poder superarlo “…
La historia termina con una realidad de final feliz, Hice un estricto control de la ingesta de azúcar. Dejé de trabajar en exceso. A tomarme mis descansos. A regularizar mi vida y controlarme periódicamente. Colesterol, azúcar en sangre, triglicéridos.
Si no hubiese existido esa circunstancia trágica, quizás yo hubiese sido el protagonista, y no estaría aquí, relatando. O sería insulino-dependiente . Quiero que quien lea esta nota se haga controlar. Si se ataja a tiempo, un cuadro de “diabetes química” se revierte y el organismo vuelve a la normalidad.
Post data: Expresa Orlando Gonzalez.
Espero haber sido oportuno. Gracias por la atención.
Posdata:
Solo conocí a una persona que se curó de diabetes crónica y fue con un trasplante de páncreas,
Armando Molina Bariloche
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Anatomia e Fisiologia do Corpo Humano, Simiologia Médica, Farmacologia, Fisiopatologia das Doenças
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