¿Es normal que el ritmo cardiaco se eleve cuando siento calor?

Sí, es normal que el ritmo cardiaco se eleve con el calor. Por causa de la temperatura del aire o el medio en que nos encontramos, agua por ejemplo, se elevara nuestra temperatura corporal y nuestro ritmo cardíaco. En esas circunstancias, el corazón estará enviando más sangre a circular a través de la piel, deficitando a los músculos. Esto puede cobrar especial importancia en quienes sufren patologías cardiovasculares. En Francia en años pasados, las principales causas de mortalidad durante las olas de calor se relacionan con las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y respiratorias.

Con las altas temperaturas, las necesidades de hidratación aumentan. Si no se atienden adecuadamente, se aumentara riesgo cardiovascular en aquellos que son más propensos a problemas circulatorios o arteriales. Con mucho calor son más probables las alteraciones del mecanismo de termorregulación, que intenta, mediante el sudor y la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, reducir la temperatura corporal. Si nuestro ritmo cardiaco Aumenta en demasía con el calor, debemos poner atención a estos síntomas y hacer que un cardiólogo nos evalúe.

El cuerpo humano está diseñado para funcionar a una temperatura constante. Al aumentar la temperatura la piel absorbe calor. Los mecanismos de regulación de la temperatura, con base de operaciones en el hipotálamo, se ocupan de que aumente el flujo sanguíneo hacia la piel para enfriarla. Si estamos en actividad y aumenta la temperatura, el corazón necesitará latir más rápido para compensar el extra de oxígeno que tiene que desplazar hacia la periferia. Generalmente, con una temperatura de 15 a 25 grados, se puede producir un incremento del ritmo cardíaco entre 2 y 5 pulsaciones y con temperatura de 26 y 40 grados, ese incremento puede ser entre 8 y si son más de 10 pulsaciones por minuto, dependiendo de la edad podría ser una emergencia.

Por lo general, hay células especiales en el corazón que se desempeñan como “marcapasos”. Estas células envían impulsos eléctricos desde las cavidades superiores a las cavidades inferiores (aurículas y ventrículos), que se turnan para contraerse y relajarse y así bombear sangre a todo el cuerpo. Hay muchos factores que pueden influir en este ritmo. Los latidos cardíacos irregulares, también llamados arritmias, son un motivo común de consulta en un adulto. El corazón late más rápido al inhalar y más despacio al exhalar.

Es normal que la frecuencia cardíaca aumente como una respuesta fisiológica al estrés. Si siente temor o ansiedad, su ritmo cardíaco aumentará. Las personas pueden sentir sus latidos y esto es tener palpitaciones. El corazón bombea sangre por el cuerpo constantemente, de manera sistemática. La sangre fluye desde las cavidades superiores, las aurículas y desciende a las cavidades inferiores del corazón, llamadas ventrículos. Los cambios en el ritmo cardíaco, o arritmias, ocurren cuando hay un trastorno en el sistema eléctrico normal del corazón que provoca que lata irregularmente. Los cambios en el ritmo cardíaco se pueden diagnosticar con facilidad, por medio de un electrocardiograma. Es posible que el médico también le solicite un ecocardiograma, que es otra herramienta para diagnosticar la arritmia. El tratamiento dependerá del tipo de ritmo cardíaco irregular, los síntomas y su estado de salud general.

De todas maneras, es conveniente evitar cambios bruscos de temperatura y usar ropa adecuada al clima y al nivel de actividad que se vaya a realizar. Si es posible, evitar la exposición solar durante las horas centrales del día, las 12 del mediodía y las 4 de la tarde. No consumir alcohol ya que altera la regulación de la temperatura corporal. Ingerir líquidos, preferiblemente sin gas, con frecuencia para evitar la deshidratación. Una dieta sana y equilibrada ayuda y se debe controlar la sal, las grasas y los azúcares. Los excesos alimentarios pueden desembocar en la descompensación de una cardiopatía. No permanecer quieto, sentado durante mucho tiempo si la temperatura es alta, aunque este a la sombra. Hacer pausas para caminar y estirar las piernas.

Si por tratamiento debe consumir diuréticos para controlar los niveles de líquido del cuerpo, se recomienda un ajuste de la toma para que no se elimine en exceso el agua corporal en momentos de calor y humedad. Las personas con insuficiencia cardiaca tiene menor capacidad para eliminar el calor del cuerpo y puede sobrecargarse con más facilidad, por lo que no es conveniente se realicen ejercicio al aire libre en condiciones de mucho calor y humedad. De esa forma se evitarán riesgos innecesarios. Sí son aconsejables seguir con el ejercicio que su médico haya pautado a primera hora o a última de la noche, siempre cuando hayan bajado las temperaturas y así evitar los mareos y en casos extremos, síncopes o golpes de calor que pueden ser mortales.

En los niños la frecuencia cardíaca se ralentiza a medida que el niño se hace mayor. Por ejemplo, una frecuencia cardíaca de entre 130 y 150 latidos por minuto es normal para un recién nacido, pero se considera rápida en un niño de edad escolar. Un adolescente deportista podría tener una frecuencia cardíaca de 50 en reposo, pero de 180 durante ejercicios fuertes.

Si ya no somos tan jóvenes cuidémonos, un accidente Cardio Vascular nos puede dejar impedidos a cualquier edad, después de los 30 años.

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