¿Vive mejor un asalariado hoy en día que un rey en la Edad Media?

Vivienda.

Cualquier vivienda modesta urbana, tiene muchas más comodidades que un palacio, tiene mejor temperatura, mejor control de la corrientes de aire y de la humedad que cualquier palacio.

Imagínate viviendo aquí y ahora. Apaga la luz eléctrica e ilumina la estancia con seis velones.

Así vivían los reyes medievales. En invierno a partir de las seis de la tarde, Ni un mueble cómodo para sentarse, ni el menor ocio, quizá el siempre el mismo músico tocando las mismas romanzas y ¡ojo!, los ventanales cubiertos hoy con grandes cortinas, no tenían cristales, como mucho unos huecos tapados con pergamino, así que si querías luz natural, o abrías las ventanas de para en par, o vivías en penumbra.

Posiblemente en la estancia había un chimenea donde ardía leña, pero para que arda, tiene que permitir una corrientes aire que la avive. Si te sentabas cerca del fuego tendrías mucho calor en la cara pero por la espalda te llegaría una corriente de aire muy fría.

Ni contarte lo que era un cuarto de baño, frío, con poca agua fría, y ningún sitio para bañarse, solo lavarse y poco.

El transporte

No un coche, una moto de pequeña clilindrada es mas rápida y cómoda para viajas de un sitio a otro que el mejor caballo incluso en distancias medias como 25 kilómetros es mucho mas eficaz una bicicleta con cambios que el mejor caballo, muestra de ellos es que se celebran vueltas ciclistas de varias jornadas con etapas de mas de 60 kIlómetros, esas etapas, nunca se podrían celebrar a caballo, ni en distancia ni en velocidad.

La información que nos ha llegado de las carrozas medievales es tal como la que se ve en esta ilustración. Simplmente, amplias carretas cubiertas.

Si te das cuenta los ejes de la carreta se fijan directamente a la estructura de la carreta sin ningún tipo de amortiguador, ello supone que el mas pequeño desnivel en el camino, una piedra, un bache, repercute con toda su crudeza en el interior de la "carroza", viajar ahí supone ir dentro una superficie perpetuamente agitada, los caminos no eran tan perfectos como los de ahora, y por mas que te sentaras en mullidos cojines cada salto repercutía en un columna vertebral. Algo que solo se aliviaba cuando cada 15 kilómetros más o menos (en terreno llano) se paraba para sustituir las caballerías por otras de refresca.

Aún yendo de pie, en metros y autobús, te desplazas más rápido y con toda seguridad, mas cómodo, que en una de esas carroza. Imagina lo que era peregrinar a Santiago de Compostela desde Potiers en Carroza y lo que puede suponer ahora en un automóvil utilitario.

Vestuario

La diferencia en ropa sería menor, pues suponiendo lo suficientemente rico, la ropa es tan cara que se consigna en las testamentarías como parte de la herencia, podría tanto vestir trajes de lino, como de seda o lana, así como objetos de piel y cuero. De todas formas un simple chaquetón polar es mucho mas ligero y abrigado que el mejor chaquetón de cuero que te quieras poner.

El problema es que la mayoría de la ropa no se podía lavar en exceso por que se destrozaba y era muy cara, por lo que con toda seguridad los señores medievales tendrían todo su vestuario lleno de manchas.

Alimentación

La alimentación se reducía a lo que se podia obtener en pocos kilómetros a la redonda de donde viviera el Rey pues muchos productos como la pesca o se realizaban en la proximidad o no se podían conservar, así que habrían harinas de cereal, sobre todo de trigo, productos que se conservan con facilidad legumbres, cebollas, algún tipo de raíces como nabos, remolacha , zanahoria, huevos, carne fresca de algún pequeño animal, como pollos, caza, conejos, y excepcionalmente de uno grande como cerdo o vaca, porque al no poderla conservar se transformaban en conservas y embutidos.

El pan se solía hacer una vez a la semana, por lo complejo y caro que era encender un horno, por lo que de forma habitual el pan estaba duro y se comía como sopas mojado en un caldo.

Si a esto sumamos que la mayoría de los productos de la huerta y de los frutales crecen en determinadas épocas, la comida se limitaría a lo que en un un determinado momento hubiera.

Por eso lo habitual, era echar en una olla lo que hubiera de la huerta, con una legumbre y embutidos, o sea hacer el típico cocido u olla de todas las regiones, con trozos de embutido y tomar la sopa con "sopas" de pan por un lado y lo sólido por otro.

Cabe tener en cuenta que muchos de nuestros alimentos habituales como el tomate, la patata, el maíz, las alubias, los pimientos…, entonces no existían por ser procedentes de América.

Quizá no nos demos cuenta lo que supone tener a unos metros de nuestra casa un supermercado con todo tipo de frutas y verduras frescas, una pescadería con peces de todos los mares y una carnicería que siempre tiene todo tipo de carnes de res esperándonos, así como tener en casa una nevera donde conservar por bastantes días los alimentos.

Sanidad

Quizá sea el campo en el que el hombre moderno ha mejorado mas sobre el medieval, Cualquier percance de tipo sanitario, de un dolor de muelas a una herida infectada, en un mundo sin antibióticos ni analgésicos se transformaba en una auténtica carnicería.

No quiero ni contar lo que era que te tuvieran que cortar un pierna o un brazo.

Ocio

También en este campo el hombre actual tiene mucho más que el rey medieval. A lo más que podía aspirar es que alguien tocara alguna romanza, que un juglar cantara una epopeya o en el mejor de los casos una compañia ambulante le ofreciera una comedia; o ya en fiestas muy señaladas se hiciera un torneo, o se lanceara un toro.

Nada que pudiera competir con una televisión que no retransmita más que la programación gratuita.