¿Los curas que violan a los niños tienen como argumento que la Biblia no lo prohíbe?

1. La Iglesia católica ha elaborado normas alentando el encubrimiento:

En 1962 la Iglesia elaboró el decreto "Crimen Sollicitationis" (Delito de Solicitación); en el que se ordenaba que los casos de pederastia quedaran sujetos al secreto de la iglesia y no fueran denunciados, baja amenaza de excomunión.

En 2001, Ratzinger reformula el documento que de nuevo “ordenaba que la Santa Sede, tuviera lo que él denominó una "COMPETENCIA EXCLUSIVA", es decir, que todos los alegatos de abusos sexuales deben presentarse exclusivamente en Roma”.

En mayo de 2001 envió otra carta a todos los obispos (a la que tuvo acceso The Observer) en que se defiende el derecho de la Iglesia a mantener en secreto y a retener la evidencia durante un período de diez años, después de que las víctimas hayan alcanzado la mayoría de edad. El Arzobispo Tarcisio Bertone, cofirmante de la carta llega a decir públicamente: “En mi opinión, no tiene fundamento la exigencia de que un obispo esté obligado a contactar con la policía para denunciar a un sacerdote que ha admitido ser culpable de pedofilia”.

2. La justica ha encontrado pruebas de ocultamientos por la propia iglesia y condenado a la misma. Por ejemplo:

• En EEUU varias diócesis se tuvieron que declarar en bancarrota por su imposibilidad de pagar indemnizaciones: Diócesis EEUU declaradas en bancarrota (capitulo 11 de la Ley de Bancarrota) para no abonar pagos por pedofilia al (26/10/2009) La primera fue Portland (Oregon). Le siguieron San Diego (California); Tucson (Arizona); Spokane (Washington); Davenport (Iowa) y Fairbanks (Alaska) y ahora Wilmington (Delaware)
• Los mismos Ratzinger y Wojtyła ocultaron los abusos del fundador de Legionarios de Cristo. Los abusos de Marciel Fueren presentados en 1998 al Sr. Ratzinguer entonces presidente de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (nombre que sustituyó al de “Santa Inquisición”), por el Obispo Mexicano Carlos Talavera, basado en los testimonios del padre Athié que sufrió abusos cuando era seminarista. Ratzinger se negó entonces a abrir el caso, argumentando que Maciel "era una persona muy querida para Juan Pablo II".