El ser humano, los animales y las plantas, ¿todavía siguen evolucionando?

La evolución no para y ocurre mucho más rápido de lo que la mayoría cree. Un ejemplo de ello lo tienes en los caballos yakutos de siberia, unos caballos adaptados a vivir a temperaturas de hasta -70 grados.

En un principio se pensó que estos caballos eran originarios de siberia y llevaban cientos de miles de años en el lugar, pero un análisis genético ha demostrado que descienden de caballos que fueron llevados a Siberia por humanos de zonas templadas hace solo 800 años.

Eso significa que en 100 generaciones han cambiado su morfología, desarrollando un pelaje mucho mas grueso junto a otras adaptaciones para vivir en el frío extremo.

Otro caso de evolución "acelerada" es el de la planta Fritillaria delavay.

Una planta que crece en China y que se recolecta masivamente para la medicina tradicional. Esta planta ha evolucionado para pasar desapercibida a los humanos perdiendo sus colores para confundirse con el medio.

Sin embargo en las zonas donde la planta no se recolecta no han variado su color, solo en zonas donde la presión humana es mayor.