¿Tuvo el Imperio británico mejores estrategias y tomó mejores decisiones que el español? ¿Por qué?

A ver, antes que nada, tenemos que entender que ser un imperio o una nación cualquiera, necesita de un fundamento para su existir, ya sea basado en un objetivo o en un conjunto de valores y características de las personas que lo conforman que los diferencian del resto de los grupos humanos. Ahora bien, un imperio, más que una nación, es un concepto más cercano a una nación de naciones o a una asociación organizada de naciones, que una nación por si sola, por lo tanto, al hablar de imperio español e imperio británico, tenemos primero que analizar si ambos son de la misma categoría de imperios o uno tiene la forma de nación de naciones y el otro de una asociación de naciones, además de conocer qué tipo fundamento existencial tenían, cuál era su organización política, y luego, para determinar si uno tuvo mejores estrategia que el otro, tendríamos que establecer el criterio con los que los vamos a comparar, y determinar si ese criterio aplica para la forma de imperio que tiene cada uno.

Por sus atributos y características durante el periodo que va desde 1492 hasta 1821, el imperio español es de la forma de nación de naciones, organizada en un sistema monárquico, y cuyo fundamento existencial se basaba en un objetivo; expandir y proteger la fe católica, y más concretamente, hacer la ciudad de Dios, según los trabajos de san Agustin.

Siganos en Renacimiento Hispano: Renacimiento Hispano

Por otro lado, el imperio británico se puede dividir en tres fases, el primero que va desde Enrique VIII a principios del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII con la paz de Westfalia, el segundo que va desde la paz de Westfalia hasta mediados del siglo XIX con la reina victoria y de la reina victoria hasta su fin en la segunda guerra mundial. En su primera fase, el imperio británico, era solo un imperio nominalmente, porque nunca tuvo claro su fundamento y su organización, debido sobretodo a las constantes pugnas internas entre católicos y protestantes, entre las consecuencias que tuvo fueron el establecimiento de las primera colonias en norteamérica, que tampoco tenían un fundamento de existencia ni organización claros, más allá de tener libertad política, por lo tanto más que imperio en norteamérica, consiste más bien en un grupo de refugiados políticos. Para su segundo periodo, Inglateterra se define ya como protestante y se forma la famosa "unión jack" con Escocia, este segundo periodo se caracteriza por ser un imperio con un claro propósito comercial para el enriquecimiento de unas cuantas compañías y de una organización política más cercana a una asociación de naciones ordenadas jerárquicamente con Inglaterra a la cabeza, digamos una gran empresa. Para su tercera fase, el Reino Unido, se preocupa más por tener un fundamento más profundo que el mero enriquecimiento comercial y por lo tanto llevan a cabo política de evangelización en África y la India, aunque, nunca debían estar por encima de las grandes compañías ni sus intereses, por lo tanto, tratan de llevar un imperio del tipo de asociación de naciones con elementos de nación de naciones, como objetivo secundario.

Como conclusión, si comparamos al imperio español con la primera fase del imperio británico, sencillamente no tendríamos un criterio del cual partir para decir si uno era mejor que otro, ya que se puede decir que Inglaterra ni si quiera era un imperio. Si comparamos el imperio británico en su segunda fase con el español, tampoco podríamos compararlos debido a que sus objetivos son de diferentes categorías, el primero de una categoría eminentemente práctico y el segundo de una categoría idealista-objetivo, aunque de acuerdo al orden de los valores, un objetivo idealista es más elevado que un objetivo pragmático, ya que todo objetivo práctico tiende hacia una idea no material, estemos o no conscientes de ello. Y si lo comparamos de acuerdo a su tercera fase, tampoco es mejor el imperio británico que el español, debido a que sobrepuso lo inferior a lo superior, es decir, el valor material económico sobre la idea subyacente, y si una idea noble como la evangelización (Con los errores doctrinales que pudiera tener, eso se ve después) está debajo de un propósito comercial quiere decir que la idea a la que tendería el propósito comercial es, sin lugar a duda, inferior que la idea de evangelización en si, puesto que lo menos no puede dar lo más.

Toda la flosofía de la conquista española es una joya del pensamiento mundial, muchas veces menospreciado, pero que sin duda va a dar los mejores frutos, la hispanidad, hoy conformada por más de 500 millones de habitantes, jóvenes, sin problemas espirituales de odio y avaricia, famosos por su hospitalidad. En Renacimiento estamos convencidos que de que el imperio español está por cosechar esos grandes frutos, con una hispanidad que se extiende de Los Angeles a Buenos Aires.

Siganos en Renacimiento Hispano: Renacimiento Hispano