¿Si su hija de 15 años le pide permiso para tomar la píldora, ¿da su consentimiento?

Dejame contarte una historia-

Una noche, un hijo llegó a casa borracho.

El padre lo descubrió por el olor.

Se enojó mucho. Su rostro se puso rojo debido a la tristeza y la frustración.

Abofeteó a su hijo y le dio una conferencia de una hora sobre cómo beber es malo, cómo nadie en la familia tenía ese hábito, cómo va en contra de la cultura y la tradición, cómo el segundo hijo del vecino bebió y perdió toda su riqueza, etc.

Después de esa noche, el hijo nunca llegó a casa borracho.

El padre se sintió orgulloso. Súper orgulloso de lo que había hecho.

Sin embargo, muchos años después, aproximadamente treinta años, el padre se dio cuenta de la verdad:

Su hijo nunca dejó de beber. Más bien, aprendió el arte de verse normal después de beber. Usó menta y perfumes. Y si bebía demasiado, se quedaba allí con su amigo en la noche con la excusa de estudiar en grupo.

El problema aquí fue ...

1. La reacción que mostró su padre no fue una solución, sino su incapacidad para aceptar la verdad y ver las cosas desde la perspectiva de su hijo.
2. El hijo no temía las desventajas del alcohol, sino que temía la ira de su padre. Así que escapó haciéndolo en secreto.

Entonces, cuando su hija le pide permiso para tomar una píldora, estallar o gritarle o pensar que su enojo cambiará su pensamiento es un ejercicio inútil.

No va a ayudar. Aprenderá a hacerlo sin avisarle y nunca volverá a acudir a usted cuando enfrente tales problemas.

Entonces, en lugar de "consentimiento" o "no consentimiento", primero siéntese con ella y vea de dónde viene. Comprende su punto de vista. Explique por qué está equivocada o cuáles serán las consecuencias. Se dará cuenta por ella misma.

No hay gloria en decir que "mi hijo o mi hija no harán esto porque me tiene miedo". En cambio, enséñeles con paciencia y logre que desistan porque tienen miedo de las consecuencias del problema y no porque tienen miedo de su enojo.