¿Por qué cuesta tanto perder peso?

Bajar de peso nunca ha sido una tarea fácil porque requiere de muchos cambios en el estilo de vida, los cuales a su vez requieren de esfuerzo, y además también tenemos a nuestro propio cuerpo en contra.

Nuestros cuerpos están diseñados para retener la mayor cantidad de grasa posible, ya que esto significa una ventaja evolutiva. Hace millones de años, cuando los seres humanos vivían gracias a la caza y a la recolección, retener grasa resultaba ventajoso porque así se podía sobrevivir en caso de no disponer de alimento. Esto fue así durante millones de años.

Hoy en día, el alimento ya no es escaso sino todo lo contrario. Pero nuestros cuerpos siguen estando adaptados a la escasez, y de ahí que sigan reteniendo la mayor cantidad de grasa posible.

Por eso, el proceso para deshacernos de la grasa acumulada es mucho más complicado que el proceso para almacenarla. Por ejemplo, bastan un par de minutos para consumir 500 calorías, pero es necesario realizar actividad física durante horas para quemar esas mismas 500 calorías.

Es por esto que la recomendación más común para bajar de peso es crear un déficit de calorías. Es decir, que tenemos que reducir nuestro consumo de calorías e incrementar el gasto. Por lo general, esto se logra con dieta y ejercicio.

Sin embargo, no todo se reduce a eso. Como dije, nuestros cuerpos están diseñados para retener la mayor cantidad de grasa posible y no es tan sencillo lograr revertir esa tendencia.

Para una persona que ha padecido de sobrepeso u obesidad durante un tiempo, hacer dieta y ejercicio le dará buenos resultados. Pero después de un tiempo, trendrá que cambiar su estrategia para seguir bajando de peso, ya que el cuerpo redoblará sus esfuerzos por conservar sus reservas de grasa. No es casualidad que bajar los últimos 10 o 5 kilos sea lo más difícil.

Porque en el fondo, el proceso de almacenamiento de grasa es regulado por las hormonas. Va a llegar un momento en que por más dieta y ejercicio que hagas, ya no vas a bajar de peso porque tus hormonas estarán haciendo todo lo posible por impedirlo.

Sin embargo, se pueden tomar medidas para lograr que las hormonas permitan la quema de grasa, como dormir bien, reducir el estrés, realizar ayuno intermitente, hacer ejercicio de alta intensidad a intervalos, consumir grasas “buenas”, etc.

En conclusión, bajar de peso significa luchar contra millones de años de evolución, contra los malos hábitos, contra un estilo de vida sedentario, contra las hormonas, y contra el estrés cotidiano. En cambio, para subir de peso solo se necesitan unos cuantos minutos y una buena pizza con un refresco.

Fabi Maravilla