No subestimen la fuerza que puede ejercer el terror. En la Primera Guerra Mundial, la artillería destrozó la salud mental de los soldados:
Algunos de estos colapsos mentales fueron permanentes. Los británicos pagaron más de 100 mil demandas de invalidez confirmadas debido a neurosis de guerra después de la Primera Guerra Mundial.
Este soldado fue enviado a una estación médica después de un fuerte bombardeo.
103 años después, se podría decir que, no estaba fingiendo.
Muchos afirman que la aviación aliada tuvo un impacto discreto sobre los blindados alemanes durante el desembarco en Normandía. Análisis posteriores a la operación afirman que solo el 4% de los vehículos mostraba algún daño por impacto de bombas o cohetes.
Sin embargo, provocaba el suficiente pánico para causar esto en la Bolsa de Falaise:
Los hombres salían de sus tanques y vehículos y echaban a correr. Había una razón, la artillería y su prima, la "cohetería", eran consideradas las reinas del campo de batalla.
Las armas de terror, contra las cuales el valor del soldado se vuelve inútil, han sido conocidas por destruir la habilidad de combate de un ejército.
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