¿Por qué los occidentales adoptan niños extranjeros habiendo tantos niños huérfanos en casa?

Puedo responder esto desde mi experiencia personal. Primero que nada, es muy difícil adoptar un bebé o inclusive un niño pequeño a través de los Servicios Sociales, debido al proceso legal que el estado tiene que cumplir para remover a un niño de su hogar. Esto hace que la lista de espera para bebés y niños tarde años. De hecho, para el momento en el que pasamos por el programa nos dijeron que nos podría tomar más de cinco años conseguir un niño pequeño. Sin embargo, queríamos que nuestra familia creciera, entonces comenzamos con el programa de entrenamiento para calificar como padres adoptivos. Nuestro estado no permitía que los niños fueran adoptados directamente al hogar, tenías que volverte un padre adoptivo y aplicar para adoptar. De todos modos queríamos un niño, ya éramos mayores y teníamos dos hijos que queríamos que fueran cercanos en edad a su nuevo hermano. Claramente indicamos que queríamos un niño menor de tres años, y no nos importaba ni el género ni la raza. Durante el programa de entrenamiento, nos dijeron que su *objetivo principal* era reunir la familia *biológica*, y que nosotros debíamos entender eso. Fuimos a la clase todas las noches y durante los fines de semana, y nos certificamos como padres adoptivos.

La primera llamada que recibimos fue una llamada de emergencia por dos niños (y nosotros que habíamos dicho que queríamos uno) de la edad de mis hijos, un niño y una niña (¿ya les dije que habíamos solicitado sólo a uno?). Los niños eran de la misma edad y compartían el mismo grado en la escuela. Las niñas estaban separadas por un año. Yo educaba en casa a mis hijos, pero el estado me obligaba a ingresar a nuestros hijos adoptivos en el sistema de educación pública. Ya los habían mudado de su hogar actual, el cual era una habitación de hotel. No habían estado yendo a clases, y se estaban quedando solos, estas eran las razones por las cuales le habían removido la custodia de ellos a su madre. Mi esposo quería decir que no, pero en mi mente todo lo que podía pensar era en una imagen de mis hijos, solos y asustados, esperando a ver en qué casa los dejarían esa noche.

Dijimos que sí, y dejamos entrar a los niños en nuestra familia. Eran niños muy dulces, y empezamos a amarlos. No diré que no hubo problemas, especialmente entre mis hijas, pero creí que quizás podríamos resolverlos. A excepción de los días en que me pedían que los vistiera, los metiera en el automóvil, y los llevara a visitar a su madre, el problema era que ella nunca aparecía, y nuestro hogar se volvería caótico después de eso. Nuestro hijo adoptivo exteriorizaba sus sentimientos a través de la ira, y nuestra hija me pedía que me acostara a dormir con ella todas las noches. Normalmente no me habría importado, pero mi hija biológica se ponía celosa cada vez que hacía eso, y se molestaba mucho. Todo esto era una locura. Todo podía empezar a mejorar, y entonces les tocaría volver por otra visita - en la cual su madre tenía otra excusa para no aparecer. Era descorazonador para ellos, así como para mi esposo y para mi. Podía lidiar con los niños, pero los Servicios Sociales eran terribles. Entonces recibimos el llamado que representaba el terror de cualquier persona que haya empezado a amar a un hijo que en realidad no es suyo. La abuela, quien vivía en otro estado, había solicitado la custodia de ellos. Tan pronto como todo fue verificado, nos indicaron que montáramos a los niños en un avión y los mandáramos lejos de nuestro hogar. A pesar de que empacamos tarjetas con nuestra dirección en sus maletines, nunca volvimos a saber de ellos. Mi corazón estaba roto, y los lloré como si se hubieran muerto. Para mi era como si se hubieran muerto porque no pude volver a ver sus dulces caras otra vez.

Así que, después de que nos recuperamos y nos mudamos a otro estado, acudí a mi esposo con la propuesta de una adopción internacional. Quería saber que cuando me trajera a un niño a casa, este sería mío para siempre. Simplemente elegimos a China porque, en ese entonces, el tiempo de espera era el más corto, y no habría considerado un país en el que tuvieras que hacer más de una visita. Quería estar segura de que cuando pusieran ese bebé en mis brazos, nunca me lo quitarían. En menos de un año nos encontrábamos en un avión, trayendo a casa a nuestra hermosa hija menor. Ella ahora tiene 14 años, pero yo quería que vieran lo hermosa que era como bebé…

Esta es la razón por la cual adopté en otro país.

Edición: Muchísimas gracias por los miles de votos. Desearía que nuestras voces pudieran ser escuchadas por aquellos que tienen el poder de cambiar los Servicios Sociales y la legislación concerniente a la adopción en nuestro país. También, si alguien tiene consejos sobre cómo encontrar a los hijos que perdimos, les estaría eternamente agradecida. Dios los bendiga por sus palabras de aliento.