¿Dónde se equivocó el comunismo? ¿Alguna vez triunfó el comunismo?

En que se fundamenta en que los humanos y las sociedades pueden ser tratados, explicados, y pronosticados con la misma ciencia, principios y leyes con que se explican otros fenómenos físicos y químicos. Es el Materialismo Dialéctico que si bien se supone puede explicar fenómenos físicos, químicos u otros propios de la materia, el comunismo lo aplica como si los humanos fuéramos el agua, el hierro, u otras cosas o materia inanimada, sin cerebro, sin pensamientos, sin sentimientos, sin deseos, sin egoísmos, en fin el materialismo dialéctico NO ESTÁ equipado para ser aplicado a seres pensantes.

SI bien es cierto que el agua es común para todos los seres vivos porque posibilita la vida y que en el caso de los humanos, la mayor parte del cuerpo está compuesto de agua y el resto de minerales, metales, y sobre todo de carbono y oxígeno, no somos agua, ni minerales, ni metales para ser tratados con teorias materialistas que ignoran el pensamiento, la inteligencia, el amor, el deseo, las ganas, las emociones, la tristeza, la alegría u otras características que nos distinguen de un pedazo de hierro, una piedra o el agua.

El cielo, el paraíso terrenal que ofrece el comunismo es una sociedad igualitaria, como la de estos pollos y cerdos que se muestran abajo, en granjas que están equipadas como fábricas, con ventilación apropiada, suficiente luz, atención veterinaria, vacunas, mucho alimento, y agua para beber, todo gratis, y donde cada uno de los pollos, cada uno de los cerdos, son iguales e idénticos a los demás, ninguno es propietario de nada, todo es proveído por la granja (equivalente al Estado). Nadie, ningún pollo o cerdo tiene más que otros. Es, en consecuencia, el comunismo perfecto, es la sociedad igualitaria que nos vende el comunismo como si fuera el cielo en la religión.

No hay individualismo, cada pollo, cada cerdo come según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades. Ellos, el comunismo, creen de todo corazón, que eso es todo lo que necesitan los seres humanos, se olvidan de la parte que muchos llaman el espíritu, el pensamiento, las creencias, los sentimientos, los incentivos, las satisfacciones y otra decena o centena de atributos que no no se alimentan con comida, que no requiere de agua para funcionar, que no requiere de vacunas, ni de atención médica gratis, pero que requiere libertades, de pensar, de creer, de disgustarse, de manifestarse, de protestar, de reunirse con quien quieras, de asociarse con quien quiera, libremente, sin restricciones ni prohibiciones, que son precisamente lo que el comunismo quita y prohibe.

Por eso los comunistas no han inventado nada, todo proviene de países no comunistas. Los coches, los ferrocarriles, las maquinarias modernas, los aviones, las computadoras centrales, las computadoras personales, el internet, los medios sociales, los teléfonos celulares inteligentes, las tabletas, todo son inventos realizados en países no comunistas porque para éstos, la creatividad, la inventiva, la inteligencia, el mérito no existen, porque creen que sólo necesitamos un sitio donde vivir, un transporte publico para ir de un lugar a otro, comida gratis o barata, y de todas esas “comodidades” y “servicios sociales” que le suministran a estos pollos y cerdos mostrados arriba.

Pero si apenas abre la puerta, todos los pollos y cerdos se escapan, huyen de esos galpones para disfrutar algo de libertad. Es lo que ocurre con el millón o más de cubanos que han huido de la gratuidad del comunismo cubano, que los comunistas venden como el sitio que tiene la mejor educación del mundo, la mejor medicina del mundo, donde todos son más felices que todos en el mundo, pero apenas pueden, se van, huyen del paraíso terrenal. En Venezuela, desde que el chavismo gobierna, ya por 23 años, han huido más de 6 millones de venezolanos hacia donde se supone hay capitalismo salvaje. En Venezuela hubo 30 millones de habitantes antes de que el chavismo comenzara a implantar la economía marxista cuya primera intención fue expropiar, expropiar, expropiar para que toda o gran parte de la economía fuera propiedad del Estado, o como ellos afirman, del “pueblo”.

Las empresas expropiadas y las que ya eran del Estado bajo el chavismo, cerraron y dejaron de producir, o simplemente no producen suficiente. No hay incentivos para quienes trabajan mas y mejor, solo para los camaradas del partido que adulan mas y mejor y los que rinden culto a la personalidad de los jerarcas del gobierno y del máximo líder, Hugo Chávez, que consideran como un Jesucristo. Acabaron con el mérito y lo substituyeron por quien es más fiel, más obediente, a los que nunca cuestionan nada, a los que no preguntan, ni protestan son a los que el comunismo premia. Ningún sistema funciona bien así.