¿Está mal que una chica sea cristiana pero al mismo tiempo sea rara en la cama?

Esto es de lo mejor que he visto en varios años en materia de preguntas surrealistas, pero además con gracia, y merece un voto positivo la pregunta, no la respuesta.

Se me ocurren algunas posibilidades, pero para saber si realmente una persona cristiana es o no es rara en la cama, y salir de dudas, habría que preguntar a un buen capellán u obispo; o ya puestos, a un arzobispo o cardenal, que saben más que todos los otros, como lo atestigua su uniforme.

Y ya, si persisten las dudas, hay que ir a Roma y hablar en serio con el Sumo Pontífice, que es infalible en estas cuestiones doctrinales, y seguro que sabrá mucho sobre lo que sus "ovejas" hacen en la cama, no por experiencia - no se me entienda mal - sino por su acceso a los secretos de confesión y por todos los documentos secretos clasificados como tales en los lóbregos pasillos de sus bibliotecas; ésas que atesoran la historia milenaria del Cristianismo, con muchos de tales legajos y papiros en latín, griego y hasta hebreo, y seguro que debe de haber jurisprudencia o juris-imprudencia relativa al asunto de las camas.

Lo malo es si alguien hace cosas "raras" en el sofá, eso ya sería más difícil de resolver, por la falta de sofás en la mayoría de viviendas de los primeros siglos de nuestra era…

Pero lo importante es que hable la gente que de verdad sabe, y quienes no sabemos callemos humildemente para dejar el escenario a los sabios doctores de la Iglesia.