La Era Mesozoica fue la "edad de oro" de los reptiles marinos. ¿Alguna vez los mamíferos marinos tuvieron un período similar de dominio?

Lo más parecido, creo, sería la época del Mioceno , que ocurrió aproximadamente desde hace 23 millones de años hasta hace 5 millones de años. Para mí, este es uno de los períodos de tiempo más interesantes de todos por muchas razones, incluido el hecho de que tenía una gran diversidad de vida de mamíferos en los océanos.

Cuando la Antártida y Australia se separaron, se formó una nueva corriente oceánica, una que envolvió al mundo entero. Conocida como la Corriente Circumpolar Antártica, provocó un cambio en el clima global y una afluencia masiva de nutrientes de las profundidades marinas. Al mismo tiempo, los bosques de algas marinas y otras algas comenzaron a proliferar a nivel mundial.

Los océanos estaban preparados para un rápido aumento de la biodiversidad, y los mamíferos marinos se encontraban entre esta radiación.

En primer lugar, estaban las ballenas barbadas . Estos habían existido desde hace aproximadamente 34 millones de años, pero esta fue la primera vez que realmente se diversificaron. En el Mioceno, había más de 20 géneros diferentes de ballenas barbadas, en comparación con las 6. Esta fue también la primera vez que se hicieron grandes , con varias especies de más de 10 metros de longitud.

Uno, Balaenoptera sibbaldina , puede incluso haber rivalizado en tamaño con la ballena azul moderna, aunque esto es objeto de debate.

Las ballenas dentadas también se volvieron mucho más abundantes durante este tiempo. Un linaje incluso se convirtió en el ápice de los depredadores de los océanos (junto con los tiburones): los llamados cachalotes macroraptoriales . Había muchas especies, todas las cuales estaban adaptadas para cazar otros mamíferos marinos, en lugar de pequeñas presas como peces, calamares o plancton.

Sus dientes eran enormes y cónicos, cubiertos de esmalte y sus mandíbulas podían abrirse de par en par. Los músculos de las mejillas y la espalda eran evidentemente muy fuertes, lo que les daba una gran fuerza de mordida y velocidad de nado.

El más grande de todos estos cachalotes hipercarnívoros fue Livyatan melvillei , que fue quizás el depredador activo más grande que haya existido. Nombrado en honor al Leviatán bíblico y al autor de Moby Dick , puede haber medido hasta 17,5 metros de largo. Cada uno de sus dientes medía más de un pie de largo, el más grande (excluyendo los colmillos) de cualquier animal.

Al ser un animal tan enorme, probablemente podría haberse aprovechado de casi cualquier cosa que encontrara, incluidas otras ballenas. El principal competidor de Livyatan fue probablemente Otodus megalodon , el infame tiburón de tamaño comparable. Los tiburones gigantes florecieron en el Mioceno por las mismas razones que los mamíferos marinos, y O. megalodon fue el más grande.

Otro cachalote del Mioceno, mucho más pequeño y menos conocido, que encuentro interesante es Rhaphicetus . Tenía un pico muy largo y delgado e hileras de dientes diminutos, adaptados para atrapar peces rápidamente. Básicamente, era como un cachalote tratando de ser un delfín de río.

Hablando de delfines , incluso algunos de ellos decidieron subirse al carro de los "gigantes". Había varias especies en Squalodon , que eran aproximadamente del tamaño de una ballena asesina moderna, pero mucho más dentuda. Originalmente fueron confundidos con dinosaurios cuando se descubrieron y reciben su nombre de su dentición similar a un tiburón.

Otros delfines gigantes del Mioceno incluyen Macrokentriodon :

Y Hadrodelphis :

Había muchas familias de ballenas dentadas en ese entonces que ni siquiera tenemos, como los Inticetidos , con sus hocicos casi de cocodrilo:

Y, quizás los cetáceos más extraños del Mioceno de todos, los odobenocetopidos. El único género de este grupo, Odobenocetops , tenía un extraño par de colmillos asimétricos que se proyectaban hacia atrás desde su ancho hocico. Estos pueden haber sido en realidad órganos sensoriales, ya que probablemente eran demasiado frágiles para luchar.

Los odobenocetops tenían poderosos músculos de los labios, pero nada en el camino de los dientes (aparte de sus colmillos). Esto indica que era un alimentador de succión, aspirando mariscos en el fondo del mar como una morsa.

Y todo eso fueron solo los cetáceos. En el transcurso del Mioceno, la evolución de los pinnípedos (focas y sus parientes) se aceleró; al comienzo de la época, la mayoría eran criaturas semiacuáticas parecidas a nutrias y, al final, se parecían mucho a las especies que viven hoy.

Uno de estos parientes pinnípedos primitivos y tempranos fue Kolponomos . Tenía la constitución de un oso y originalmente se clasificó como primo de los mapaches cuando se descubrió, pero resulta que en realidad fue un precursor de las focas. Sus enormes músculos del cuello y sus robustos dientes molares indican que era un depredador especializado en almejas de caparazón duro y similares, por lo que era casi como una nutria marina gigante.

A medida que avanzaba el Mioceno, los pinnípedos se volvieron más familiares. Una nueva familia, los desmatofocidos, evolucionó, relacionada con las morsas y los leones marinos de hoy. La especie más grande, Allodesmus , era un niño grande, que medía alrededor de 2,5 metros de largo.

Lo que es realmente interesante sobre Allodesmus es que, si miras una sección transversal de sus dientes, hay anillos de crecimiento abruptos a intervalos regulares. Esto, podemos asumir, se debe a que los machos se quedarían en la playa durante la temporada de apareamiento, para defender su harén de hembras. Durante este tiempo, no se aventuraban al mar en busca de comida, por lo que sus dientes no se desgastaban en absoluto.

Es sorprendente lo mucho que podemos decir sobre el comportamiento de un animal basándonos en tan poco material.

Eventualmente, surgieron los grupos pinnípedos que conocemos hoy: los odobenids (morsas), otariids (focas con orejas) y focids (verdaderas focas). En esta época, la familia de las morsas en particular era increíblemente diversa; había al menos dieciocho especies, en contraste con la única morsa viviente en la actualidad.

El más grande de todos estos fue el formidable Pontolis magnus , que se muestra a la derecha de abajo . Con un peso estimado de hasta 4.000 kg, esta bestia era tan grande como un elefante asiático y es fácilmente uno de los carnívoros más grandes que jamás haya existido. Si eso no fuera suficiente, tenía cuatro colmillos en lugar de dos.

Otro género, Pelagiarctos , era de una estructura similar pero no era tan grande.

En el extremo opuesto del espectro, estaba el adorable Nanodobenus , el miembro más pequeño conocido de la familia de las morsas. Tenía unos 1,6 metros de largo y ni siquiera tenía colmillos. Me gusta llamarlo smallrus.

Luego vinieron las otáridas , representadas hoy por los leones marinos y los lobos marinos. Aparentemente no eran tan diversos como los odobenidos durante el Mioceno, pero todavía había algunas especies muy interesantes. Mi favorito es Thalassoleon , que era enorme, del tamaño de una morsa moderna. Vivió en California.

De manera confusa, Thalassoleon se traduce literalmente como "león marino", a pesar de que era un lobo marino. De hecho, se cree que es el antepasado directo del lobo fino del norte, una especie antigua que se originó en el Plioceno posterior y que sigue viva en la actualidad.

Finalmente, estaban las verdaderas focas , en la familia Phocidae. Estos se distinguen de otros pinnípedos principalmente por su falta de orejas externas, entre otras cosas. Hay dos géneros que me destacan. En primer lugar, está la deliciosa Praepusa .

Praepusa puede ser el mamífero marino más pequeño de todos los tiempos, midiendo alrededor de sesenta centímetros de largo. Había bastantes especies, una en lo que hoy es Holanda y unas pocas más en Europa Central y Oriental. Durante ese tiempo, esta última región estaba cubierta por un enorme mar interior conocido como Paratethys, cuyos últimos restos son los mares Negro y Caspio.

El segundo es Hadrokirus , que era menos lindo y mucho menos pequeño. Encontrado en la costa del Pacífico de América del Sur, estaba relacionado con las focas antárticas actuales, como la foca leopardo. De unos 2,5 metros de largo, sus mandíbulas eran densamente musculosas y tenían dientes robustos, perfectos para triturar materias duras. Esto puede haber sido mariscos, o tal vez incluso huesos.

Esa criatura de la que se alimenta el Hadrokirus en la ilustración de arriba es quizás el más extraño de todos los mamíferos marinos del Mioceno; el perezoso Thalassocnus . Sí, lo crea o no, incluso los perezosos sacaron provecho de la nueva bonanza submarina de la productividad. Thalassocnus estaba perfectamente adaptado para el estilo de vida semiacuático, con huesos densos y una cola larga parecida a la de un castor para contrarrestar la flotabilidad, y un conjunto fuerte de mandíbulas para masticar pastos marinos.

Sin embargo, habría sido torpe en tierra, ya que tenía los músculos del cuello débiles (ya que pasaba la mayor parte del tiempo con la cabeza hacia abajo en el lecho marino) y piernas quebradizas. Como los hipopótamos, probablemente caminaron por el fondo del agua poco profunda para pastar.

Los perezosos modernos de tres dedos están estrechamente relacionados con Thalassocnus , y también son nadadores sorprendentemente fuertes.

Por último, voy a hablar un poco sobre las nutrias . Al igual que básicamente cualquier otro grupo de animales en el Mioceno, estos tipos de repente también se volvieron enormes. El miembro más grande de la familia de los mustélidos fue la nutria del Mioceno Enhydriodon , que se ha estimado en un asombroso peso de 200 kilogramos.

Esta bestia del tamaño de un león no era técnicamente un mamífero marino, ya que era un animal de agua dulce que habitaba en los lagos y pantanos de Etiopía. Sus dientes gruesos y aplastantes indican que se alimentaba de una gran cantidad de alimentos duros, tal vez tortugas, cocodrilos, bagres blindados, bivalvos y similares. Dicho esto, es posible que también se haya aprovechado de los animales terrestres ...

Un pariente cercano de Enhydriodon, Enhydritherium , también era muy grande y se podía encontrar en lo que se convertiría en México y el sur de los Estados Unidos.

Luego, en Asia, estaba Siamogale , que vivía en los humedales de China y Tailandia. Su peso se ha estimado en unos 50 kg, comparable a un lobo gris. Una especie, S. melilutra , se descubrió solo en 2017.

Entonces, eso cubre la asombrosa fauna de mamíferos marinos de esta época.

La parte brillante es que esto es solo una parte de lo que hace que el Mioceno sea tan único: al mismo tiempo, tuvo la aparición de muchos tiburones y pingüinos gigantes, las primeras praderas, una ola de criaturas gigantes en la tierra, un enorme lago pantanoso. de mega-bestias en la cuenca del Amazonas y ecosistemas en América del Sur que estaban dominados por reptiles, no mamíferos.

Espero que hayas disfrutado esta respuesta (larga), muchas gracias por leer. Qué tengas un lindo día.