¿Por qué esperó Alemania hasta que el país fue completamente destruido y ocupado hasta rendirse durante la Segunda Guerra Mundial?

En 1944, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Henry Morgenthau Jr., presentó al presidente Roosevelt un memorándum que describía un plan para la ocupación de Alemania, proponiendo la aniquilación efectiva del país: todo el país quedaría limpio de cualquier indicio de industria, y el La población que poseía experiencia industrial debía ser liquidada. Alemania se convertiría en lo que efectivamente era un país completamente de carácter pastoral.

Roosevelt, quien en agosto ya había rechazado un plan que describía una reconstrucción de Alemania, encontró que el Plan Morgenthau era sumamente satisfactorio. Luego llevó a Morgenthau con él a la Conferencia de Quebec, el único miembro del gabinete que fue invitado, donde Roosevelt presentó el plan antes que Churchill. Churchill, al principio preocupado por el plan por temor a sus repercusiones para Gran Bretaña y la economía europea que la destrucción de Alemania habría tenido, fue finalmente 'persuadido' mediante la aplicación liberal del chantaje cuando Roosevelt hizo condicional cualquier préstamo de posguerra o ayuda económica a Gran Bretaña La aceptación de Churchill.

Las fronteras alemanas propuestas por Morgenthau, en comparación con las fronteras reales, casi parece indulgente ... si uno ignora la casa de charnel que ocurriría dentro de esas fronteras.

El Departamento de Estado estimó la muerte por inanición de aproximadamente el cuarenta por ciento de la población alemana: cerca de unos treinta millones de personas.

Hubo oposición al plan, por supuesto. En Gran Bretaña, Anthony Eden levantó el infierno y el apogeo contra él, y en los Estados Unidos, el Secretario de Estado Hull y el Secretario de Guerra Stimson fueron igualmente viciosos en su condena del plan. Pero para entonces, si uno esperaba una solución fácil para la guerra, ya era demasiado tarde.

El luchador más decidido es el que no tiene nada que ganar con la paz, y el Plan Morgenthau puso a Alemania en una posición donde no rendirse era una cuestión de supervivencia. ¡Goebbels ahora podía ir gritando que los Aliados 'querían convertir a Alemania en un parche de papa gigante!' a todos los alemanes en el Reich, sin el menor indicio de exageración.

Porque eso es lo que fue. Como lo llamaba un titular en el Völkischer Beobachter , era, simplemente, un plan de asesinato. Y si había alguna posibilidad de una rendición alemana anterior, para que la guerra no continuara hasta el último momento posible, el Plan Morgenthau la mató.

Probablemente, fue mejor puesto por un artículo publicado en diciembre en el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung, que William Donovan, quien en ese momento estaba en Berna , tradujo y telegrafió a Roosevelt.

Hasta ahora, los Aliados no han ofrecido a la oposición ningún estímulo serio. Por el contrario, una y otra vez han unido al pueblo y a los nazis mediante declaraciones publicadas, ya sea por indiferencia o con un propósito. Para tomar un ejemplo reciente, el plan Morgenthau le dio al Dr. Goebbels la mejor oportunidad posible. Pudo demostrar a sus compatriotas, en blanco y negro, que el enemigo planeó la esclavitud de Alemania. La convicción de que Alemania no tenía nada que esperar de la derrota, pero la opresión y la explotación aún prevalecen, y eso explica el hecho de que los alemanes continúan luchando. No se trata de un régimen, sino de la patria misma, y ​​para salvar eso, todo alemán está obligado a obedecer el llamado, ya sea nazi o miembro de la oposición.

¿Y sabes qué?

Tenían razón

Cartel de la era de la ocupación que advierte al personal de los EE. UU. Contra fraternizar con los alemanes: en ese momento, cualquier posible interacción positiva con un alemán se definió como fraternización, incluso hablar con ellos. Algo tan inocuo como dar un trozo de comida a un niño hambriento se definió como fraternización, y podría ser procesado como "ayuda al enemigo".

Roosevelt murió antes de ver el final de la guerra, afortunadamente, privando al plan de Morgenthau de su mayor respaldo. Sin embargo, esto solo resultó en una mejora marginal para el destino de los alemanes: el plan de Morgenthau podría haber desaparecido técnicamente, pero su reemplazo, JCS 1067, se redactó primero durante y bajo la influencia de ese plan. Salvo por varias enmiendas cuidadosamente insertadas por el Departamento de Guerra que lo suavizaron un poco, se leía terriblemente como algo que Morgenthau había escrito: tanto que el día que Truman lo firmó, Morgenthau bromeó con su personal que esperaba que nadie lo reconociera como su plan.

En la aplicación de la política, Morgenthau encontró un aliado inesperado: el general del ejército Dwight David Eisenhower, que resultó ser un firme defensor del plan original asesino y dio varios pasos para respaldarlo. JCS 1067 permitió un margen de maniobra notable a las autoridades locales de ocupación al interpretarlo, por lo que para 'guiarlos' hacia la decisión correcta, Eisenhower financió la distribución de mil copias del libro de Morgenthau Alemania es nuestro problema. Me atrevo a decir eso, conociendo a Morgenthau y el nombre. de ese libro, no necesito explicar su contenido.

Además, Eisenhower ayudó a docenas de funcionarios del Tesoro, seleccionados a mano por Morgenthau, para infiltrarse efectivamente en la autoridad de ocupación: la tarea de estos llamados 'chicos de Morgenthau' era actuar como supervisores de la aplicación del JCS 1067, asegurándose de que se hiciera en el formas más duras posibles. Las cosas no cambiaron cuando Eisenhower finalmente dejó su cargo como gobernador militar de Joseph McNarney: McNarney no tenía el impulso de Eisenhower por los planes de Morgenthau, pero su completa apatía hacia la miseria alemana y su desinterés en su trabajo era casi tan malo.

Se esperaba el resultado final. Durante los siguientes dos años, la ingesta promedio de alimentos para los alemanes fue inferior a mil calorías por día. En algunos lugares, esto era aún más bajo: todo el país tenía raciones de hambre y algunas partes parecían Bergen-Belsen en un mal día. La entrega de alimentos a los alemanes, aparte de las insuficientes raciones oficiales, se consideraba "ayuda al enemigo", y era obligatorio dejar no comestibles las sobras para que los civiles alemanes no las alcanzaran. Incluso la ayuda alimentaria de la Cruz Roja Internacional no estaba permitida hasta bien entrado 1946, y solo entonces en cantidades muy escasas.

Objetivamente, durante los dos años completos desde el comienzo de la ocupación, cualquier alemán que viviera en el cadáver del Reich vivió una vida mucho, mucho peor en condiciones mucho más abismales que en ningún otro momento durante la guerra. La ocupación francesa fue incluso peor que la estadounidense, al igual que la soviética, y la británica solo una mejora marginal. La ocupación aliada fue una experiencia peor que las flotas masivas de bombarderos aliados. Esa sombría declaración repetida durante los últimos meses de la guerra por los últimos restos de la resistencia alemana había demostrado ser fiel a una precisión casi profética.

Disfruta la guerra. La paz será peor.

Sin embargo, este estado de cosas no era permanente. Lucius Clay, el vicegobernador de Eisenhower (y más tarde de McNarney), estaba particularmente horrorizado por la situación, y luchó por hacer las cosas mejor, al igual que su asesor Lewis Douglas, quien incluso fue personalmente a Washington para tratar de no revisar el JCS 1067. En todos los estados aliados, la oposición al horror de la ocupación aliada comenzó a aumentar.

Clay y Douglas tenían un partidario en el Secretario de Estado James Byrnes, quien de hecho indicó los primeros indicios de un cambio en la política estadounidense hacia Alemania en un discurso que pronunció en septiembre de 1946. De hecho, ese año también vio a Clay, angustiado por su impotencia. para hacer algo, solicitó su retiro de Byrnes: Byrnes le pidió que esperara, y luego hizo que McNarney fuera ascendido de su posición, con Clay sucediéndolo como gobernador.

Aunque todavía tenía que trabajar dentro de los estrechos confines de JCS 1067, el ascenso de Clay a la gobernación en enero de 1947 fue la luz al final del túnel para la miseria alemana. Sin embargo, el resto del camino tuvo que provenir de preocupaciones políticas. Las consecuencias soviéticas de Estados Unidos hicieron lo que el puro horror de la ocupación aliada no pudo hacer en las victoriosas potencias aliadas.

En 1945, Clay había advertido que "no había elección entre ser comunista con 1,500 calorías al día y creyente en la democracia con 1000". Dos años más tarde, fue la realización, más que cualquier preocupación humanitaria, lo que fue el principal impulsor de un cambio de política, aunque el impacto del horror humanitario aún había sido notable. El reemplazo de Byrnes como Secretario de Estado, George Marshall, finalmente logró convencer al Estado Mayor Conjunto y al Presidente Truman de que ya había pasado el tiempo en que se hizo algo. El verano de 1947, JCS 1779, que finalmente describió y permitió reconstruir la economía alemana, fue redactado y firmado por Truman. La ayuda alimentaria muy necesaria para Alemania aumentó, ya que se levantaron lentamente las reglas relajantes contra la fraternización. Los Morgenthau Boys renunciaron colectivamente en protesta.

Llevaría hasta 1948, pero por fin las condiciones en la Europa ocupada por los aliados dejarían de hacer que los días en que los bombarderos aliados causaran estragos en las ciudades alemanas parecieran realmente agradables. Lo que Clay y Douglas y Byrnes y Eden y Stimson y tantos otros habían intentado hacer durante más de dos años finalmente sucedió.

Tres años después de su concepción, el horrible cadáver del Plan Morgenthau fue finalmente enterrado, junto con el número desconocido de vidas que ha reclamado, para nunca más volver. Una decisión que se tomó demasiado tarde, pero afortunadamente, no más tarde todavía.

Reconstrucción en Berlín Occidental, como parte del Plan Marshall, 1948.