¿Los aliados realmente ganaron la Primera Guerra Mundial, o ambos bandos simplemente acordaron dejar de luchar? Cuando terminó la Primera Guerra...

Sí, los aliados realmente ganaron la guerra.

El ejército alemán fue absolutamente derrotado. Estaba en plena retirada, sus últimas líneas defensivas habían sido rotas. Su moral se había derrumbado, y se estaba desmoronando ante los ojos de sus generales, con decenas de miles de soldados desertando o rindiéndose al enemigo, cada semana. Los ejércitos británico, francés, estadounidense y belga avanzaban en una oleada imparable; su moral era alta, estaban bien equipados y contaban con el apoyo de masas de tanques, aviones y artillería.

Los aliados de Alemania se habían derrumbado. Austria-Hungría se había rendido, y ahora existía la amenaza de que las tropas aliadas invadieran Alemania, también desde el sur

La revolución estaba estallando en las calles de Alemania. La Flota se había amotinado, los trabajadores, armados, estaban montando barricadas y formando consejos revolucionarios para tomar el poder en sus ciudades.

El comandante supremo del ejército alemán, se vio reducido a suplicar a su gobierno que se rindiera lo antes posible, antes de que las cosas empeoraran.

Cuando una delegación alemana se acercó a los aliados para pedir los términos de paz, los triunfantes aliados les ordenaron entregar todas sus armas pesadas, liberar a todos sus prisioneros de guerra y retirarse detrás del Rin. Los Aliados no ofrecieron concesiones similares; no tenían necesidad de hacerlo, porque habían ganado.

Tropas de ocupación británicas, marchando a través del Rin en Colonia, Alemania, en diciembre de 1918.

Es cierto que algunos alemanes se quedaron atónitos por la rendición. Esto se debió a que su gobierno y los medios de comunicación, les habían estado mintiendo todo el tiempo. Simplemente no les habían contado ninguna de las derrotas alemanas, o lo mal que estaba yendo la guerra. Es cierto que el pueblo alemán estaba muriendo de hambre y la mayoría de sus jóvenes se habían desaparecido en el ejército o en las tumbas, pero asumieron, erróneamente, que las cosas estaban igual de mal, o peor, en los países aliados.