Este es el cuerpo de válvulas de una transmisión automática en un automóvil. Se parece mucho a una placa de circuito, ¡y eso es exactamente lo que es!
Si bien las transmisiones más nuevas, por supuesto, están controladas por la electrónica, durante mucho tiempo operaron únicamente con presión hidráulica.
Son básicamente computadoras analógicas que toman varias entradas: velocidad del motor, ajuste del acelerador, etc. A través de una disposición de válvulas, calculan el ajuste de marcha apropiado y generan señales de salida hidráulicas que controlan las válvulas del actuador que acoplarán y desacoplarán varios embragues para seleccionar la marcha correcta.
Por supuesto, estas no son computadoras programables, son más como circuitos simples de función fija. Pero son una aplicación de computación hidráulica que encontró un uso muy extendido.
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