Aquí, los únicos inteligentes fueron estos: los tlaxcaltecas
Cortés solo quería seguir hacia Tenochtitlán y les pidió pasar, se negaron y lo emboscaron durante tres noches; a la tercera emboscada nocturna y con todo a favor y después de hacer el ridículo con un montón de muertos, recapacitaron y en lugar de apartarse se ofrecieron como aliados. Lo cual ya revela inteligencia y ambición. Lo que les eleva a rango de estadistas fue cuando salvaron a Cortés tras la Noche Triste, pudiendo haberlo eliminado sin más. ¿Por qué? Siempre he pensado que para entonces ya sabían que Cortés era un pobre diablo, pero que al otro lado del mundo estaba el señor de Cortés y un ejército de verdad. Comparando lo que había sido capaz de hacer una simple fuerza de exploradores, pánico les daba lo que podría hacer un ejército como el que les habrían descrito. Así que se quedaron con Cortés hasta el final, apostando porque él fuera su valedor ante el rey. Como así fue, se les concedió escudo de armas y privilegios que fueron respetados hasta la independencia de Méjico.
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