Sí, los ataques de pánico, que en realidad se llaman crisis de pánico por ansiedad se producen por una sobreoxigenación. El paciente inhala más aire del que necesita porque se encuentra en pánico y esto el organismo lo interpreta como una necesidad de respirar más. Pero como es producido por una crisis de ansiedad el organismo no gasta ese excedente de oxígeno en moverse, trepar o correr, y esto crea un desequilibrio entre los niveles de oxígeno y CO2, y produce una confusión en el cerebro. El paciente tiene la sensación de que le falta aire, cuando lo que en realidad sucede que le sobra aire. El asunto es regular la respiración y regular los niveles de CO2 y oxígeno, y la técnica de respirar en una bolsa de papel es muy efectiva:
Se respira por 50 segundos en la bolsa de papel, y luego otros 50 segundos fuera de ella. Se alterna así un par de veces y el paciente se tranquiliza. Una vez calmado, ya no debe seguir respirando en la bolsa.
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