¿Por qué muchas piedras de los ríos tienen forma tan redonda y lisa?

Q: Alva Celeste (Guatemala) 6º Primaria: ¿Por qué muchas piedras de los ríos tienen forma tan redonda y lisa?

¿Te fijaste alguna vez en que las gomas de borrar nuevas suelen tener cantos y bordes, pero cuando las usas una temporada se vuelven redondeadas y lisas?

Esto ocurre porque, al frotarlas contra el papel con tu fuerza, poco a poco vas "raspando" esos cantos y bordes. Y luego tienes que soplar el material raspado para que la hoja quede limpia, ¿a que sí?

OK, las piedras de los ríos funcionan igual.

Las piedras son mucho más duras que las gomas pero, en los ríos, las mueve la fuerza del agua. El agua tiene mucha más fuerza que nosotras y nunca para. Así las va "frotando" y también hace que las piedras se froten entre sí durante miles o millones de años.

Al frotarlas y frotarse durante tanto tiempo, poco a poco van "raspándose" o "limándose" todos los cantos y bordes unas a otras. Y la propia agua, al correr entre ellas, se lleva el material raspado igual que cuando tú soplas la hoja de papel para quitarle los restos de goma.

Este fenómeno se llama erosión y, en el caso de los ríos, erosión hídrica.

Al final, cuando ya no les queda ningún borde ni nada que "limar", tienes esas bonitas piedras redondeadas y tan lisas que parecen pulidas. En español, las llamamos cantos rodados cuando son grandes y guijarros, o chinas, o chinarros cuando son pequeñas.

En el mar ocurre igual. Si estuviste alguna vez en una playa de piedras, verías que la mayor parte son también redondeaditas y lisas. Como el mar tiene mucha más fuerza que los ríos y las hace frotarse entre sí mucho más fuerte y más deprisa, no hace falta tanto tiempo para que queden así.

Y si pasa más tiempo, al final se raspan tanto entre sí que se convierten en arena. La arena se forma de varias maneras, y esta es una de ellas. Igual que tu goma de borrar va "desapareciendo" conforme la usas, la arena es como todo ese material que soplaste hasta que ya apenas puedes sujetar la goma entre los dedos. Entonces la tiras y compras otra, y todo vuelve a empezar. Con las piedras, igual.