¿Abortarías si supieras que el bebé tiene VIH o una enfermedad seria?

No. No me da el corazón. El VIH es bastante controlable y no supone una gran discapacidad. Y tal como dijo la madre de Forest Gump:

La vida es como una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar.

Me casé a los 24, tengo cuatro hijos. Mi tercera, Sofía, tiene Síndrome de Down. En ecografías no hubo nada anormal, esperábamos una hija “sana” como los dos anteriores. Cuando presencié el parto y la ví lo supe de inmediato. El shock fue tremendo, mi esposa y yo lloramos juntos durante varios días. El apoyo del resto de la familia fue total.

Con el paso del tiempo, todo ese dolor inicial fue quedando atrás y comence a conocer a mi hija. Una gran lección para comprender que el ser humano es mucho más que un cerebro. Que la persona está ahí, en ese cuerpo y con esas capacidades. Que sienten y piensan, con mucha profundidad, igual que el resto de nosotros. Que la belleza viene en distintos frascos y hay que saber mirar para encontrarla. Que la felicidad pasa por las cosas más simples. Que debe existir el alma y que no solo somos un cuerpo.

Si nos hubieramos enterado antes del nacimiento, tampoco abortaríamos. Los dos pensamos igual y como dije, no me da el corazón.

La vida nos va a presentar muchos problemas y no siempre podemos adivinar el futuro. Lo que a veces parece negro, puede convertirse en algo totalmente diferente. Las enfermededas pueden ocurrir antes y después de nacer. Pero cada uno piensa como le parece mejor.

Esta es Sofía, tiene 19 años. Es súper tímida, pero sorprendentemente, probó hacer teatro y en el escenario se transforma. En la foto estaba lista para la obra Los gemelos. Nos dejó con la boca abierta. Este año hizo Prohibido suicidarse en primavera y la comedia musical Los miserables.

En fin, qué más puedo decir. No todo es tan terrible como parece. A mi humilde parecer la muerte no es la solución.

Saludos!