¿Por qué dicen que el rey Alfonso XIII intentó evitar que Lenin ejecutara al Zar Nicolás y sus hijos?

Lamentablemente, en España existe de desde hace decadas unas y otras campañas para demostrar que A.XIII era un tonto de culo, un pu&* desastre para el pais y un sinverguenza perdida de persona, esposo y padre. Santo desde luego, no era, pero a lo largo de sus casi 30 años de reinado (en nombre propio, tras su minoria de edad) algunas cosas buenas hizo.

Muy alta en la lista ha de figurar su esfuerzos titanicos creando y dirigiendo la oficina "pro-cautivos" durante la IGM. Hoy dia, ese esfuerzo le valdría el premio Nobel, entre muchos otros reconocimientos, todos ellos de indiscutible merito. Consciente de que el Comité Nobel no admite nominaciones póstumas, el que suscriba no renuncia dirigirle una carta proponiendo un trato excepcional, tal es el grado de injusticia representada por el olvido historico del "Pro-cautivo" y la vista gorda hacia su regio promotor.

Entre los centenares de vidas salvadas o sacados de la más total miseria, hay nombres de posterior fama mundial, como Arthur Rubenstein, Najinsky y Maurice Chavalier, para nombrar unos pocos. Pero lo brillante de la inciativa Pro-cautiva no consistía en echar un cable a un puñado de famosos, sino en ayudar a los cientos y cientos de vidas ordinarias que pudo de alguna manera arregalar, o por lo menos mejorar, con una puntual y habilisima intervención. Entre ellos tenemos el caso de un tal Nicolas Romanov y su familia. Tristamente, sus esfuerzos no siempre dieron sus frutos y el caso del Zar era uno de éstos.

Ya en Julio/1918, D.Alfonso XIII mandó a su embajador en San Petrosburgo, Luis Varela, poner manos a la obra y negociar la salida de la familia imperial Rusa. A principios de Agosto — con la familia imperial ya asesinada — llegó un agente del gobierno Español con poderes para negociar el asunto con las autoridades Bolsheviques, Fernando Gomez Contrearas. Éstas le engañaron, insistiendo que la Zarina y sus hijas aun estaban con vida y les dejarían salir del pais en cambio de un reconocimiento formal y explicito del gobierno Español de los Bolsheviques como legitimos mandatorios del pais. Se cruzaron telegramas con Madrid, y tambien con Berlin y Londres, los cuales contestaron que no tuvieron cualquier objección al plan de exiliar los Romanov en España. Hasta Sep/1918 las negociaciones continuaban, con los mensajes de Gomez-Contreras aun optimista de una resolución favorable al asunto. Poco despues, empezaban a llegar a Madrid noticias creibles de la verdadera suerte de la familia imperial Rusa, y tanto el gobierno Español como el propio Rey llegaron a sospechar que se les estaban engañando.

A principios de 1919 una investigación séria del la suerte de los Romanov, realizada por el Magistrado Ruso Nicolai Sokolov (apoyado por el Ejercito Blanco, en control de la ciudad de Ekaterimburgo, donde la masacre se llevó a cabo, por aquel entonces), dio a entender la realidad de los Romanov y todo dialogo entre Madrid y Moscu se cortó.