¿Se puede ser amigo de un narcisista?

El que se hace amigo de un narcisista es porque es ignorante o ingenuo. Luego de mi experiencia con una narcisista encubierta y atravesar mi proceso dolor, sanación y autoaprendizaje sobre esta temática he aprendido, en primer lugar, a amarme asimismo, y número dos, a ponerle límites a la gente.

Hace unos meses conocí a un tipo, muy tóxico a primera vista, después de compartir en dos ocasiones con el, inmediamente me convencí que es un narcisista encubierto. Rápidamente se quiso "hacer mi amigo" y empezó a llamarme constantemente, para "saludarme" e invitarme al casino. Entonces le puse límites, le dije que no me llamara pues yo tenía tiempo para atender tantas llamadas porque me mantengo ocupado. Además, le dije, que no me gustaba el casino. Me invitaba también a beber. Fue tanta la insistencia que terminé cediendo a su bombardeo "amoroso" que se reflejaba en halagos hacia mi persona, atención, etc. Y terminamos jugando un día cartas. Cada que podía hacía chistes de mí. Pero lo más insoportable era oírlo hablar de simismo, de sus éxitos y súper habilidades. Tóxico el tipo. Desagradable.

Pasaron las semanas y seguía llamándome. No le respondía sus llamadas porque me parecían una perdida de tiempo. Nada bueno y nada de profundo. Banalidad absoluta.

Para no aburrirlos, me quedé sin trabajo y en esos días justamente me lo encontré, y de inmediato me ofreció trabajo, por la necesidad, le acepté y le fui claro, que me tuviera paciencia para aprender el trabajo. No te preocupes yo te enseño, me dijo. El primer día todo color de rosa, el segundo día me dijo te voy a poner presión y comenzó su faena de tratarme como esclavo cuál patrón con el látigo. El tercer día a medio día le renuncié. Págame le dije y me dijo, con una sonrisa morbosa, no te voy pagar. En ese momento mis sentidos espirituales, mi intuición, las alertas de mi conciencia se encendieron, y me dijeron que este tipo lo que quería era combustible. No dije nada. Agarre mis cosas y comencé a salir. Venía detrás de mi insultandome, denigrando me, burlándose, menospreciandome, y ahí entendí que se le había caído la máscara. Estaba llamando a un taxi cuando llegó el patrón de el y le dije frente a el que no me quería pagar. Eso lo enfureció y no le quedó me otra que pagarme. Yo no tengo necesidad de ti vos si tenés necesidad de mí, me decía. Llegó mi taxi y me alejé. Contacto cero con gente así.