Por eso, en el primer paso debemos asegurarnos de que esté perfectamente calibrado, definiremos el punto cero, el cual se utiliza como una referencia para medir los compuestos que queremos analizar. Gracias al proceso de calibración marcamos el punto de comparación. Para llevarlo a cabo, necesitamos colocar unas gotas de agua destilada sobre el prisma y mirar por el ocular y corroborar que el valor obtenido es 0, si el límite claro / oscuro no se encuentra en 0, ajustamos con ayuda del tornillo de calibración.

En el primer paso debemos asegurarnos de que el refractómetro esté perfectamente calibrado.
El punto cero se utiliza como una referencia para medir los compuestos que queremos analizar.
El proceso de calibración marca el punto de comparación.
Para llevar a cabo la calibración, se colocan unas gotas de agua destilada sobre el prisma y se mira por el ocular para corroborar que el valor obtenido es 0.
Si el límite claro / oscuro no se encuentra en 0, se ajusta con ayuda del tornillo de calibración.