Los seres humanos no podemos consumir el agua de los océanos porque es demasiado salada. La concentración de sales disueltas en el agua de los océanos es de aproximadamente 35 gramos por litro, mientras que la concentración de sales disueltas en el agua potable es de aproximadamente 0,05 gramos por litro.
La alta concentración de sales en el agua de los océanos provoca un fenómeno llamado osmoósis. La osmoósis es el movimiento del agua a través de una membrana semipermeable, desde una solución de menor concentración de solutos a una solución de mayor concentración de solutos.
Cuando los seres humanos beben agua salada, el agua se mueve a través de las membranas celulares de las células del cuerpo, desde el interior de las células hacia el exterior. Esto provoca que las células pierdan agua y se deshidraten.
La deshidratación puede provocar una serie de problemas de salud, como náuseas, vómitos, diarrea, calambres musculares y confusión. En casos graves, la deshidratación puede provocar la muerte.
Para poder consumir el agua de los océanos, es necesario desalinizarla. La desalinización es un proceso que elimina las sales del agua. Existen varios métodos de desalinización, como la ósmosis inversa, la destilación y la electrodiálisis.
La desalinización es un proceso costoso, por lo que el agua potable desalinizanda es más cara que el agua potable de origen natural.
Sin embargo, la desalinización es una tecnología importante para el futuro de la humanidad. A medida que la población mundial crece y el cambio climático hace que sea más difícil obtener agua potable, la desalinización será cada vez más importante.
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