Ejercicio 3. (Calificación máxima: 4 puntos)
Desarrolle los siguientes temas:
Solución:
a) Explique las principales características del movimiento surrealista a través de la obra de Salvador Dalí.
El surrealismo hace referencia al arte que, surgido a partir de 1920, es un fiel reflejo de la expresión libre, sin el control de la razón. En el surrealismo podemos distinguir dos corrientes:
- Corriente automatista: reproduce símbolos, a veces abstractos, que surgen del inconsciente y del azar. Su máximo representante fue Joan Miró.
- Corriente onírica: se recrea situaciones extrañas, propias de los sueños, a través de una representación figurativa. Destaca Salvador Dalí.
El objetivo era tender un puente entre el arte y la sociedad tras la I Guerra Mundial; se busca liberal al ser humano de la moral burguesa y las ataduras de la tradición y la religión. Su intención era crear una nueva concepción del arte.
Uno de los máximos representantes fue Salvador Dalí, y en su obra se pueden ver muchas de las características que protagonizaron el movimiento. Nunca renunció a la figuración, ya que siempre aparecían objetos realistas, pero deformados o en contextos incongruentes. El dibujo, la perspectiva y la construcción del volumen en las obras también se va a mantener. Destaca también el automatismo psíquico, un equivalente a la escritura automática, la cual defendía el trabajo artístico libre de cualquier traba moral. Aparece también la libre asociación o la relación de objetos e imágenes sin aparente conexión, y el uso de efectos ópticos.
Dalí va a asociar imágenes aleatorias en un mismo lienzo, con el fin de plasmar el mundo de los sueños. Sus temáticas abarcan desde cuadros religiosos, hasta obras que se escapan del entendimiento, llegando a hablarse un universo daliniano, con fuerte simbolismo.
Uno de los mejores ejemplos es La persistencia de la memoria, que alude al aspecto que obsesiona al hombre del siglo XX: espacio-tiempo. Sobre la mesa se encuentra un reloj rígido, el único de toda la obra, lleno de hormigas. Las hormigas serán un elemento recurrente en la obra del artista, y hacen referencia a la muerte y la descomposición de los cuerpos, símbolo de mortalidad. La escena se enmarca en una playa, y se podría interpretar como lo duradero en contraposición a lo efímero, el paso del tiempo.
Por último, otra de sus grandes obras será El gran masturbador, símbolo de sus obsesiones sexuales. Dalí pintó este lienzo al final del verano de 1929, tras pasar varios días con Gala. Esta obra, en definitiva, es un autorretrato.