La polinización es un proceso esencial para la reproducción de las plantas con flores. Sin polinización, no se produciría fecundación y, por tanto, no se formaría semillas.
Hay dos tipos principales de polinización:
La polinización cruzada es más común que la autopolinización. Se produce cuando el polen es transportado de una flor a otra por agentes externos, como el viento, el agua o los animales.
Los animales que participan en la polinización se denominan polinizadores. Los polinizadores más comunes son los insectos, como las abejas, las mariposas y los escarabajos. También hay aves, murciélagos y reptiles que participan en la polinización.
Los polinizadores desempeñan un papel fundamental en el ecosistema. Ayudan a mantener la biodiversidad y a asegurar el suministro de alimentos.
La polinización es un proceso complejo que depende de una serie de factores, como el clima, la disponibilidad de polinizadores y la estructura de las flores.
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