La principal ventaja de lanzar vehículos espaciales desde naves que vuelan a gran altura, en lugar de lanzarlos desde el suelo, radica en la economía de energía necesaria para alcanzar la órbita. Algunas de las ventajas son:
1. Reducción de la resistencia atmosférica: Al lanzar desde una gran altura, los vehículos espaciales ya están por encima de gran parte de la atmósfera terrestre. Esto reduce la cantidad de energía necesaria para superar la resistencia atmosférica durante el ascenso.
2. Mayor eficiencia en el uso de combustible: Al tener que atravesar una menor cantidad de atmósfera, los vehículos espaciales pueden utilizar menos combustible para alcanzar la velocidad y la altitud necesarias para entrar en órbita.
3. Flexibilidad en la elección del lugar de lanzamiento: Las naves que vuelan a gran altura pueden desplazarse para lanzar desde diferentes ubicaciones geográficas, lo que puede ser útil para optimizar la trayectoria de lanzamiento y aprovechar condiciones atmosféricas favorables.
4. Mayor seguridad: Lanzar desde alturas elevadas puede aumentar la seguridad al reducir los riesgos asociados con el lanzamiento desde el suelo, como posibles daños a la infraestructura terrestre o la población cercana.
En resumen, lanzar vehículos espaciales desde naves que vuelan a gran altura ofrece varias ventajas en términos de eficiencia, flexibilidad y seguridad en comparación con los lanzamientos desde el suelo.
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