Cuando se formaron las primeras estrellas, el Universo era 20 veces más chico; cuando aparecieron los primeros átomos, 1 000 veces más chico, y cua...
Cuando se formaron las primeras estrellas, el Universo era 20 veces más chico; cuando aparecieron los primeros átomos, 1 000 veces más chico, y cuando se integraron los primeros núcleos atómicos, el Universo era 10 000 millones de veces más chico que hoy. La energía oscura, en cambio, sólo se manifestó cuando el Universo tenía la mitad de su tamaño actual. Parecería que vivimos en una época privilegiada, y esto va en contra de nuestro principio cosmológico, a menos de que encontremos una explicación satisfactoria. De hecho, si la energía oscura hubiera aparecido antes de la formación de las primeras estrellas, éstas no se hubieran podido formar nunca (y por ende no podríamos estar leyendo este texto). Nuestro planeta y Sistema Solar se formaron de polvo de estrellas que nacieron, vivieron y explotaron previamente en este mismo lugar del espacio. Estas estrellas generaron en su interior toda la gama de elementos pesados de la tabla periódica, como oxígeno, nitrógeno y carbono, que por supuesto son parte de los elementos que forman nuestros cuerpos: estamos hechos de polvo de estrellas.
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