Ante todo, he sido siempre maestra. Lo que pasa es que me ha gustado estar metida en aspectos de innovación continua, en contacto con la gente, exp...

Ante todo, he sido siempre maestra. Lo que pasa es que me ha gustado estar metida en aspectos de innovación continua, en contacto con la gente, experimentar cosas nuevas porque siempre parece que avanzas más y te actualizas. Llegué a este Centro porque había oído que era un Centro que acogía todo tipo de experiencias. Entonces, lo solicité. Primero estuve provisional y luego ya me lo dieron de forma definitiva. Me eligieron coordinadora de una experiencia en Educación Infantil, lo que suponía un trabajo anexo al del Centro que me encantaba porque te enriquecías personalmente y profesionalmente sobre todo. Después, el azar me llevó, por supuesto era Director el que había, hizo las oposiciones para el Servicio de Inspección, tuvo que encargarse de la Dirección el que era Jefe de Estudios y entonces pensaron en mi quizá porque era coordinadora del Equipo de Educación Infantil, tenía más horas no dedicadas a una tutoría y pensaron, quizá por eso nada más, a lo mejor porque era una persona abierta y me llevaba bien con todo el mundo, que podía ser Jefe de Estudios. Me asustó terriblemente; no dormí, pero pensé que si otros lo habían hecho, pues yo porqué no. Fui Jefe de Estudios; hice todo lo que pude ayudada por el Director. Cuando terminó su mandato, que fueron unos meses, me propusieron a mí para Directora. Con mis dudas, con los aspectos negativos, todo lo veía negativo, consideraba que no era la persona adecuada y demás, pero al final, pues, me presenté. Presenté, era la única candidatura y, salí elegida y, bueno, afronté el reto más grande de mi vida. Con ese miedo, con ese temor y también con esa ilusión, me pasé un verano preparándome, preparándome, sin vacaciones... sí, yendo a los sitios habituales de vacaciones (a la playa y demás), pero para mi la playa solamente existió una hora de bajar un poco y el resto dedicándome a formarme porque yo no me consideraba formada en esos meses que había sido Jefe de Estudios. Y, bueno, con el Equipo que era de hombres (Jefe de Estudios y Secretario), luego Secretaria, y con esa ilusión comenzamos con el miedo de a ver si lo haces bien, cometiendo errores, por supuesto, al principio, pero, bueno, ahí seguimos con la gente. Yo tengo una forma de ser en que intento que la gente, desde el principio, esté ilusionada con el trabajo que ejecuta. Esto es un poco ¿complicado?, no; pero sí que supone tener un poco de psicología hacia las personas, porque la relación personal a nivel de compañero, que es seguir siendo compañera, quiero destacar eso, no es lo mismo que cuando asumes un puesto de responsabilidad. Tú ves a los demás igual, pero ellos no te ven igual a ti, y eso sí que lo vi desde el principio. No te ven igual, y eso es algo que sigo sin entender; bueno, ahora ya las cosas han cambiado afortunadamente, pero ya te ven como alguien que tu puedes ayudar egoístamente. Entonces, ya no es fulanita compañera, sino fulanita Directora: oye, a ver si a mi me pones esto, que si a mí me pones tal..., entonces eso sí que lo vi al principio. Pero, han pasado bastantes años y las cosas han ido evolucionando. Una cosa que me llamó mucho la atención era cuando cogía el teléfono porque, eso sí, los Directores en los Colegios Públicos, somos conserjes..., somos, primero compañeros, no nos limitamos a la función de Director, sobre todo, las Directoras, creo yo, un poco más. Las Directoras estamos más al alcance de todo el mundo. Llega uno, y te pregunta, por favor..., te pregunta a ti porque te ve en