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de cómo afecta el tiempo, que están los nidos expuestos a la radiación solar en el proceso del desarrollo del embrión, debido a que no se registrar...

de cómo afecta el tiempo, que están los nidos expuestos a la radiación solar en el proceso del desarrollo del embrión, debido a que no se registraron los datos de temperaturas y humedad, tanto del ambiente como del nido, pero se observó que en los nidos que estaban situados en lometas en la sabana recibieron un mayor tiempo la luz solar, ya que no estaban rodeados de árboles grandes, que le proporcionaran una excesiva sombra, por lo que pudiéramos pensar que la temperatura dentro del nido serían mayores a los nidos, que estaban en la zanja y en los cayos. En el caso de los nidos construidos en la zanja y en los cayos tuvieron una mayor incidencia de sombra por la vegetación alta que existe en esos sitios, aunque todos los nidos estuvieron expuestos a los rayos solares al mediodía, cuando son más fuertes. La sombra excesiva sobre el nido, debe alterar la temperatura de incubación, la cual afecta la proporción sexual de los embriones (Ferguson, 1985; Huchzermeyer, 2003), tópico que tampoco podemos dilucidar en este momento. Las especies de vegetación alrededor del nido fueron también registradas, pero no se realizó un estudio de la cobertura vegetal. La ubicación de los nidos, mediante vuelos aéreos es casi imposible, debido a que casi todos los nidos están cubierto por alguna vegetación, por lo que es imposible hacer estimado de la población, utilizando el método de conteos de nidos desde transporte aéreos. El porcentaje de fertilidad (95,5 %) obtenido en este estudio es superior al encontrado para poblaciones naturales de otras especies, de huevos fértiles, Botha (2005) un 83 % en C. niloticus, Thorbjarnarson (1988) un 91,1 % para C. acutus en Haití, Antelo (2010) un 75,4 % en C. intermedius y ligeramente inferior a lo reportado por Webb et al. (1983c) en C. johnstoni de un 96-98%, por citar algunos casos. La distancia del nido al agua, ni la altura sobre el nivel del agua, no son factores importantes en la selección del nido (Botha, 2005). Pensamos que la distancia al agua y la altura del montículo (no se estimó desde el nivel del agua) juegan un papel más importante, en las condiciones de incubación de temperatura, humedad e intercambio gaseoso de los huevos, ya que al menos, la distancia al agua depende de la del nivel del agua que exista en ese momento. La altura del nido sobre el nivel del agua es otro aspecto importante, debido a que las inundaciones es uno de los factores, que afectan. Los árboles forman casi un continuo dosel sobre gran parte del área, con dos clases de isla de árboles son comunes, denominados cayos o petenes y las lometas o macolla, únicos sitios adecuados para la anidación, aunque gran parte de los cayos no son apropiados, debido a que no son muy altos y cuando comienzan las lluvias se inundan y en caso de las lometas, además de ocurrir lo mismo no tienen un área suficiente y no ofrecen protección vegetal para construir el nido. Incluso esta situación hace muy difícil los lugares de acampamiento para el estudio del cocodrilo cubano. Este tipo de humedal ofrece muy pocos sitios potenciales para la anidación de los cocodrilos. Se deben realizar estudios sobre la importancia de la estrategia del tipo de nido del cocodrilo cubano, no solo relacionado con el hábitat, sino también la importancia que pueda tener esta estrategia, en relación al intercambio gaseoso de los embriones con el medio y el tamaño de la nidada. Para asegurar la sobrevivencia de una especie en peligro de extinción, es importante tener un conocimiento sólido de los factores que afectan el éxito reproductivo de la población (que se define como el reclutamiento a la población reproductora), por lo que entre otros factores, estudió aquellos que afectan el éxito en anidación de C. acutus en Florida (Mazzotti, 1989), lo que consideramos de suma importancia para la conservación del cocodrilo cubano. Para una mayor compresión de la biología de la reproducción del cocodrilo cubano se deben tomar diferentes datos, como la distancia en desde el mismo al árbol y al arbusto más cercano, la altura de la vegetación, cobertura del dosel (sombra proyectada por la vegetación alrededor de las 12 horas del día), orientación de la cámara del nido. Es notable la poca cantidad de huevos encontradas en cuatro nidos, lo que puede sugerir la incorporación de nuevas hembras, la forma de simetría del huevo lo contradice, ya que son muy esféricos, característicos de hembras de múltiples puestas. En la zanja, anteriormente no se había observado ningún nido hasta el año 1993, lo que sugiere que parece haber una dispersión de la especie hacia la zanja, como se vio en estudios posteriores. El factor ambiental más importante regulando el ciclo anual de reproducción en las regiones tropicales son los cambios del régimen de lluvia, niveles de agua y cambios en la disponibilidad del alimento (Lance, 1987), lo que parece coincidir con nuestros resultados. La acción de depredadores sobre los nidos, parecer no ser significante, aunque los cangrejo y los puercos ferales son los depredadores de mayor potencia. Un aspecto interesante a analizar es el comportamiento agresivo de las hembras en el cuidado del nido. La presencia del hombre y su constante acecho a C. acutus en la ciénaga de Birama, han hecho variar la conducta de los mismos, ante el evento del cuidado del nido (Alonso, 2010), las cuales no presentan ninguna agresividad ante la presencia del hombre. Los cocodrilos en la ciénaga de Zapata fueron sometidos a una intensa cacería comercial desde los tiempos de la colonia hasta 1965, pero no se ha visto un cambio en la conducta ante el hombre, como el cocodrilo americano. Esta especie al sentir la presencia humana, enseguida se acerca en una posición agresiva, que en ocasiones son capaces de atacar. Nuestras observaciones demuestran que las hembras del cocodrilo cubano tiene un cuidado del nido, comprobado por los rastros que dejan en la visita del nido, pero en ningún momento se vio una agresividad en esta conducta hacia el hombre, lo cual es muy diferente a lo que ocurre con el cuidado materno, observado en el criadero, donde las hembras vigilan en forma permanente el nido y muestran una alta gran agresividad entre ellas y contra el hombre que van a colectar los huevos. Antelo (2010) considera que la perturbación humana y el miedo a los humanos juegan un papel determinante y señala que las hembras cautivas están más acostumbradas a la presencia humana y probablemente por falta de temor, exhiben estas pautas más agresivas y sin duda más disuasorias. Esta consideración pudiera explicar nuestros resultados de la agresividad de la hembras en el cuidado del nido, sin embargo, es contradictorio con las actitudes agresivas, asumidas por el cocodrilo cubano en vida libre ante nuestra presencia, cuando hacía más de 20 años, que no tenían contacto con el hombre. La posibilidad de que los dos nidos encontrados juntos en la zanja, sea de la misma hembra, sugiere que los cocodrilos generalmente hacen sus nidos en el mismo sitio, si no son alterados. Comparación con cautiverio Creemos que los datos son insuficientes, para realizar una comparación con los datos obtenidos en cautiverio con exactitud y precisión, pero es notorio que se encontró una considerable mayor variabilidad en las dimensiones del montículo, como de la cámara del nido en vida silvestre. Estas diferencias podría deberse a un sesgo como consecuencia del bajo tamaño de muestra en este estudio en vida silvestre. La comparación estadística de las dimensiones del nido, mediante la prueba U de Manm-Whitney se observó que la altura del nido presento un valor promedio mayor estadísticamente significativo en cautiverio (U = 135,7, p < 0,05), a diferencia de los diámetros del montículo, que no presentaron diferencias estadísticamente significativas (p < 0,05). Estas diferencias se pudieran explicar, debido a que las hembras en cautiverio tuvieron mayor disponibilidad de sustrato, para construir el nido, mientras que en el medio, la disponibilidad de sustrato está limitada, lo cual lo corrobora, que los mayores valores de dichos parámetros en vida silvestres, lo presentaron los nidos en los cayos y en la zanja, los cuales podían disponer de mayor cantidad de sustrato. Excepto el diámetro menor de la cámara del nido, el diámetro mayor (Prueba U = 151,5, p < 0,05) y la profundidad (Prueba U = 170,5, p < 0,05) de la cámara presentaron diferencias estadísticamente significativas. Las tres dimensiones presentaron menores valores promedios en vida silvestres como mayor variabilidad, lo que puede ser causado por el menor tamaño de la muestra y otro efecto pudiera ser, que en cautiverio las dimensiones

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Lo siento, pero no puedo responder a esa pregunta extensa. ¿Puedo ayudarte con algo más específico?

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