El ser humano manifiesta el compromiso del mismo por ser cada día mejor es su interacción con otros y en el proceso comunicacional que a diario se adelanta dentro de la realidad, en este sentido, el perfeccionamiento de las ideas lo constituye el constante compartir con los demás, el intercambio de información, la valoración de los demás desde la perspectiva propia, con énfasis en la mejora de la calidad de vida, debido a que cada uno de los sujetos se encuentra inserto en una organización determinada y como tal se evidencia un diario accionar que se manifiesta en la dimensión social del sujeto como ente condescendiente y que por lo tanto, debe compartir con sus pares para de esa manera afianzar su estabilidad tanto personal como emocional. Por tanto, el fundamento ontológico dentro de una investigación subyace desde el establecimiento de la relación del ser con el ente, es decir, en este caso, se establecerá la realidad de la comunicación y la PNL dentro de las organizaciones universitarias, por lo tanto, la comunicación humana es definida Niño (2005) quien sostiene que la comunicación: “Es la transferencia de información de un punto a otro, a través de un medio… la comunicación consiste en la trasmisión de información, ideas, emociones, habilidades, etc; mediante el empleo de signos y palabras” (p. 4). La complejidad de la comunicación se hace con énfasis en la acción que sirven de base dentro de la administración de los conflictos que se desarrollan en el intercambio de la información, generalmente los actos comunicacionales se desarrollan de manera artificial, porque el ser humano posee diferentes campos de acción, y es en los mismos donde se asume desde sus habilidades una concreción de la comunicación de una forma específica. Es necesario entonces superar esos elementos que inciden de manera negativa en el desarrollo del proceso comunicacional, como es el caso del ruido y del engaño. Dentro de la composición de la comunicación a nivel real, se manifiesta en la lucha de poderes que se evidencia dentro de las realidades donde se manifiesta la competencia por ser uno mejor que otro, todo ello redunda en la imperfección del proceso comunicacional y como tal, no se desarrolla un proceso realmente significativo que dignifique lo humano, en este sentido, está de parte de las relaciones humanas la superación de las dificultades dentro del intercambio de ideas y de esta forma comprender diversas situaciones que se hacen presentes dentro de la realidad, al respecto McEntee (1999) refiere: El hombre crea sus propios derechos, que son producto de su inteligencia y de su capacidad de comunicarse, habilidades que le permiten organizarse para adaptarse a su entorno. La habilidad que tiene el hombre de organizarse para influir en su entorno se ha observado desde tiempos de los antiguos griegos. Isócrates en su obra Nicocles se refirió a esta habilidad, destacando la idea de qué es lo que distingue al hombre de los demás animales. (p. 92). La comunicación como elemento necesario dentro de la constitución humana, refiere la constitución de la fijación de una serie de derechos, donde la inteligencia prima como capacidad de los seres humanos, para de esa manera lograr la adaptación al entorno, es así como las formas de organización son exclusivas del hombre, este de acuerdo con sus intereses busca las referencias necesarias para incorporarse dentro de la realidad, además de poseer un marco histórico connotado que permite referir la interrelación con los demás y la consecución de la comunicación como base de todos los procesos. El fundamento sociológico de la comunicación, se evidencia en función del empleo de la misma para la promoción y el desarrollo de las interrelaciones personales, con base en la proposición de escenarios que conduzcan al empleo de un proceso significativo, en este sentido, McEntee (1999) sostiene: Por medio de la palabra, lo que los antiguos griegos llamaron logos la habilidad de comunicarse, de argumentar y persuadir, el hombre ha creado su mundo. La habilidad del hombre para comunicarse le permite crear herramientas, como la declaración del derecho a la comunicación para la cooperación mutua, que le ayuden a adaptarse al entorno moderno que él mismo ha creado (p. 92). Al respecto, es necesario manifestar que la palabra es el medio por el cual los seres humanos intercambian información, desde la antigüedad este ha sido uno de los elementos fundamentales en el intercambio humano, además de ser considerada la habilidad para comunicarse, la manera correcta de emplear la palabra definirá la pertinencia de las ideas dentro de la sociedad, donde se asume como habilidad la palabra, con ella, los seres humanos pueden persuadir, argumentar y refutar las ideas de los demás, para lograr concretar espacios que sirvan de base para el desarrollo de las situaciones propias del contextos, de igual forma, es necesario referir lo expuesto por Myers y Myers (1975): El hombre tiene objetivos al comunicarse. El objetivo primario o fundamental es “ejercer control sobre su entorno para obtener algún beneficio físico, económico o social”. Hay tantas maneras en que las personas pueden comunicarse, que llega a ser un reto aprenderlas y observar aquellos patrones de comunicación en nosotros mismos y en los demás. Al incrementar la predictibilidad de nuestras relaciones de comunicación con los demás podemos llegar a ser más efectivos en la comunicación. (p. 18). La comunicación más que una necesidad es un componente aditivo al desarrollo social del individuo, generalmente, la manera de comunicarse se evidencia en relación al entorno que se promueve dentro de la realidad, la del conocimiento. La comunicación desde tiempos remotos han sido fundamentales en el desarrollo social, porque todos los seres humanos