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Organización familiar y social y diversidad de la dieta: un estudio etnográfico en el estado de Aguascalientes Introducción� En el área de la nutri...

Organización familiar y social y diversidad de la dieta: un estudio etnográfico en el estado de Aguascalientes Introducción� En el área de la nutrición, la diversidad de la dieta se ha estudiado con el propósito de evaluar su calidad y su relación con la salud. Durante muchos años, la recomendación de variar la dieta ocupó el primer lugar en las guías alimentarias de muchos países, México entre ellos. Sin embargo, estudios clínicos recientes, realizados a partir de observaciones experimen- tales, apuntan a que una dieta diversa, particularmente con densidad ener- gética elevada, favorece el desarrollo de la obesidad. De ahí que se haya precisado que la variedad debe circunscribirse a alimentos con densidad energética baja (McCrory et al. 1999). Por otra parte, en estudios de corte sociológico y antropológico se ha observado que la capacidad y los recursos socioeconómicos de los indi- viduos y las familias influyen en la diversidad de su dieta (González de la Rocha et al. 1990, Oswald 1991). En el ámbito sociodemográfico, el enfoque sobre la organización del ingreso y el consumo familiar, al igual que el de estrategias de supervi- vencia, evalúan, entre otras variables, las modificaciones en el consumo, incluida la alimentación. En este tipo de análisis se asume que cada familia adopta ciertos mecanismos de organización de manera explícita o tácita, conforme a sus características y las del contexto en el que está inmersa. El tipo de organización familiar constituye la estrategia particular de cada grupo, entendida ésta como los arreglos y acciones realizados por los miembros de las familias para crear recursos –simbólicos y materia- les– encaminados a propiciar mejores condiciones de vida (Salles y Tuirán 1998). Una de las variables centrales es la división del trabajo en el hogar, que comprende la participación de sus integrantes tanto en las actividades económicas como en las tareas domésticas. Además de identificar la forma en que las familias se proveen de recursos monetarios, se consideran los recursos no monetarios, así como el apoyo de redes familiares y sociales, el tipo de consumo o la reorganización de éste. Se ha observado que, con objeto de contar con más de un ingreso, el grupo familiar moviliza la mano de obra disponible y se intensifican o diver- sifican las actividades encaminadas a la obtención de recursos monetarios, lo que implica el reacomodo en la división del trabajo, con la creciente participación de mujeres e hijos (González de la Rocha et al. 1990, Oswald 1991, García 1998, Salles y Tuirán 1998). En México, entre 1984 y 1996, la proporción de hogares con un solo perceptor de ingresos disminuyó de 58.2 a 45.8%; en hogares cuyo jefe recibía menos de dos salarios mínimos la reducción fue todavía más acentuada, pues pasó de 57.4 a 40.7% (Oli- veira 1999). En determinados contextos, los niños en edad escolar también participan y las mujeres se incorporan a las maquiladoras o el comercio. Se ha identificado que las familias más dañadas por las crisis económicas son las que están ligadas al ingreso salarial (Rosa 1990) Estos estudios, así como aquellos que incorporan una perspectiva de género, destacan la contribución de las mujeres en la obtención de ingresos y recursos adicionales y muestran que el conjunto de actividades que ellas realizan en el hogar y para la gestión de recursos de uso colectivo son impres- cindibles para garantizar la subsistencia, mantenimiento o mejoramiento del nivel de vida del grupo familiar (Niembro 1988, González de la Rocha et al. 1990, Barbieri 1993, García y Oliveira 1994). Los cambios en el tamaño y la composición de los hogares, como serían la incorporación o la retención de miembros en edad de trabajar, el incre- mento de hogares extensos y múltiples, y la disminución de familias nuclea- res, son otros mecanismos utilizados para la manutención. Al respecto, Selby y sus colaboradores (1990) observaron que la familia numerosa vive mejor, e identificaron que una estrategia exitosa es mantener a la familia como un grupo que comparte gastos y reúne dinero para propósitos comunes, lo que permite ahorro en el presupuesto doméstico. Resultados de otras investiga- ciones, en cambio, señalan que cuando las familias extensas cuentan con varios perceptores de ingreso, esta condición no se expresa en mejores nive- les de vida, en comparación con los hogares nucleares (Oliveira 1999). González de la Rocha (1986) catalogó a la etapa de expansión del ciclo de desarrollo de la familia como la más difícil en términos económicos, de mayor incidencia de participación de la mujer en el mercado de trabajo y con una presencia más frecuente de conflicto y violencia. En tanto, en la etapa de consolidación, la unidad familiar cuenta con mayores oportunida- des de incrementar su número de trabajadores asalariados y disfruta de una serie de “activos” importantes, en términos de escolaridad, enseres domésti- cos y vivienda. Ante la imposibilidad de acceder a recursos monetarios adicionales con la incorporación de nuevos miembros al mercado de trabajo o por no contar con el apoyo que proporcionan las redes familiares, los patrones de consumo se modifican o adaptan a los recursos disponibles (Oliveira et al. 1999). Oswald (1991) sostiene que en los niveles socioeconómicos más pobres, las cinco estrategias empleadas para racionalizar el consumo son: más trabajo, comercio, autoconsumo, recurrencia a préstamos y sus- titución de productos caros por baratos. En los grupos de bajos recursos se ha observado disminución en el consumo de carne, pescado, lácteos (excepto la leche subsidiada) y huevos, así como aumento en el consumo de tortillas, leche subsidiada (Liconsa), cereales y vísceras. En la medida en que estos mecanismos permitan mejoría o no mermen más las condiciones socioeconómicas, se habla, entonces, de estrategias exitosas. El propósito de la investigación que dio origen al presente trabajo fue estudiar la eficiencia de los grupos familiares para resolver una necesidad básica: la alimentación, y como expresión de esta eficiencia se analizó la diversidad de la dieta familiar. Se asumió que el concepto de eficiencia alude a un proceso relacionado con la forma en que cada familia se orga- niza para optimizar sus recursos y capacidades. Las variables investigadas como representación de estos recursos y capacidades, fueron: la participa- ción de los integrantes de la familia en actividades económicamente acti- vas, la distribución de las labores domésticas, y el uso de redes familiares, sociales y de servicios institucionales que coadyuvan a la obtención de otros recursos (bienes o servicios). Asimismo, el tamaño, composición y etapa del ciclo de desarrollo de la familia se incluyeron como variables moduladoras de cada uno de los factores considerados. Aspectos metodológicos El estudio se llevó a cabo en cuatro poblaciones del estado de Aguasca- clientes: dos urbanas (Jesús María y Pilar Blanco) y dos rurales (El Chayote y Tepezalá). En cada localidad se invitó a participar a dos familias, con el único requisito de que tuvieran hijos (pues en función de éstos las activida- des del grupo familiar, incluida la alimentación, pueden evidenciar mejor la organización y dinámica familiar) y estuvieran dispuestas a recibir la visita de un entrevistador durante un periodo de tres semanas consecutivas. Cada una de las ocho familias contó con un único entrevistador y fueron visitadas en el lapso comprendido entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre de 2002. El método de estudio fue el registro etnográfico y consistió en obser- var las actividades relacionadas con la alimentación (abastecimiento, pre- paración y consumo). También se entrevistó a la preparadora de los ali- mentos, con el propósito de integrar un relato de vida� vinculado con la alimentación. Se recopiló información familiar respecto de su estructura y composición, participación de sus integrantes en actividades económicas 2 El relato de vida es una variante de la historia de vida. Se centra en una parte o tema específico de la vida del informante; el número de entrevistas es menor. Con esta información se clasificaron los grupos familiares según su composición y ciclo de desarrollo. La primera de estas variables constituye el

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Antropologia e Nutrição
288 pag.

Antropologia da Nutrição Fundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -FetFundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -Fet

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