Cuando antaño el cura quería instruir a la asamblea con un comentario de introducción a la misa -lo que era y es una buena cosa- lo podía hacer ant...
Cuando antaño el cura quería instruir a la asamblea con un comentario de introducción a la misa -lo que era y es una buena cosa- lo podía hacer antes del comienzo de la misa. Así la misa no se interrumpía con un segundo "sermón". Nos damos cuenta de esta ruptura especialmente ahora, durante la misa-solemne cantada en latín, cuando después del canto del comienzo, le sigue una salutación y una introducción, con frecuencia muy larga, a la que sigue la “preparación penitencial”.
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