TEXTO LITERARIO Habiendo recorrido de manera breve el camino que nos facultó la aproximación de ciertos tipos de lectura crítica no rigurosamente t...
TEXTO LITERARIO Habiendo recorrido de manera breve el camino que nos facultó la aproximación de ciertos tipos de lectura crítica no rigurosamente textuales, llega ahora el momento de intentar establecer determinados principios de base en los que se apoya la existencia del texto literario. Condicionando las opciones metodológicas inspiradoras de los modelos de análisis textual que a continuación practicaremos, esos principios se orientan fundamentalmente en tres direcciones interdependientes: la que se pregunta sobre el concepto de texto literario, la que tiene que ver con sus límites y la que conduce a la demarcación del nivel textual. Antes, sin embargo, es oportuno recordar que la posibilidad de un análisis literario desprovisto de preocupaciones pre o subtextuales no puede dejar de relacionarse con las conquistas metodológicas conseguidas por ciertas corrientes teórico-críticas todavía hoy merecedoras de amplio auditorio. Nos referimos a escuelas como la de los formalistas rusos, la del new criticism norteamericano y algunas orientaciones de la estilística literaria; concentrando mucha de su atención en factores estrictamente estéticos, estas escuelas han contribuido decisivamente a expurgar del seno de la crítica literaria vicios como el impresionismo, el historicismo y la erudición de carácter positivista. Justamente porque en los tres casos aludidos la valoración de elementos técnico-formales se relacionaba de cerca con el aprovechamiento de las contribuciones de la lingüística, creemos que una referencia a las condiciones y problemática de la existencia del texto literario (que obviamente no puede, aquí y en este momento, aspirar a constituir una teoría del texto) deberá tener en cuenta las relaciones que éste mantiene con el texto lingüístico. Así, texto lingüístico puede definirse como «producto inmediato del acto de habla, ya sea éste materialmente explicitado, ya se conserve en el interior de la conciencia del sujeto que habla, bajo la forma de un significante (o combinación de significantes)»; pero, porque el lenguaje literario goza de un estatuto semióticamente bien definido e individualizado con relación al código lingüístico, el texto literario no debe ser considerado como práctica especializada del texto lingüístico, sino como mensaje resultante de un sistema específico de normas. Efectivamente (y no olvidando todavía que a nivel expresivo el lenguaje literario se sirve también del código lingüístico), se ha manifestado la tendencia a considerar que el texto literario resulta de una combinación de diversos códigos particulares: es «de su correlación dialéctica, de su combinación e interdependencia estructural [de donde resulta un hipercódigo que legítimamente puede ser designado, en singular, como código literario y que configura específicamente, por ejemplo, un género literario o un período literario».
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