No es éste el lugar de enumerar las propiedades básicas de los textos literarios. Debería subrayarse solamente que la específica fuerza ilocutiva r...
No es éste el lugar de enumerar las propiedades básicas de los textos literarios. Debería subrayarse solamente que la específica fuerza ilocutiva ritual de la literatura puede venir indicada por convenciones textuales propias en los niveles gráfico/fonológico, sintáctico, estilístico, semántico y narrativo. Tal vez ninguna de estas estructuras típicas sean exclusivamente literarias, consideradas aisladamente, pero en conjunto y dadas ciertas propiedades del contexto mencionadas ya anteriormente (presentación, situación de lectura, etc.) pueden constituir indicaciones suficientes para la apropiada interpretación pragmática del texto. Existe, evidentemente, una interacción entre texto y contexto pragmático: tan pronto como estén marcadas las propiedades estructurales del texto (en relación con alguna regla, norma, expectativa), el lector reparará también en ellas, con lo cual se puede formular la naturaleza pragmática específica del discurso ritual; e inversamente: si la atención específica no está en ninguna intención del hablante en relación con creencias específicas, o acciones del lector, el lector puede concentrar la atención en la propia especificidad de las estructuras.
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