Cuarto. Las competencias exigen un cambio en el modelo pedagógico escolar que incluya en la formación las tendencias actuales de la organización de...
Cuarto. Las competencias exigen un cambio en el modelo pedagógico escolar que incluya en la formación las tendencias actuales de la organización del trabajo (trabajo en equipo, trabajo cooperativo, grupos autónomos, trabajo por islas, grupos flexibles, grupos de mejora, etc.), y además una mayor y estrecha vinculación del entorno extraescolar en el currículum, especialmente las empresas385. Todo ello requerirá “un recurso cada vez más masivo a las fuentes de financiación privadas, ya se trate de empresas o familias. Puesto que individuos y agentes sociales pueden invertir más en el aprendizaje y la adquisición de competencias, con el fin de la mejora de la situación del individuo o de la empresa que es su consecuencia, es necesario que los poderes públicos, además de su misión de control y de pilotaje, piensen en la creación de los mercados de formación o en la intervención en estos mercados y en formas de privatización más perfecta. Según esta lógica, si el saber es un bien privatizado, apropiado ya por el individuo ya por la empresa, y una fuente de ingresos particulares, es conveniente estudiar una financiación privada a gran escala cuyas modalidades podrían consistir en una elevación de los derechos de escolaridad de los estudiantes, un sistema generalizado de préstamos y un estímulo fiscal de las empresas para la inversión en la formación continua” (Laval, 2004:166-167).
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