En este testimonio, se podrían destacar dos cosas. Por un lado, estaría dando cuenta de una práctica docente desmotivada, que ni siquiera intenta i...

En este testimonio, se podrían destacar dos cosas. Por un lado, estaría dando cuenta de una práctica docente desmotivada, que ni siquiera intenta interesar a sus alumnos en los contenidos que se establecen como necesarios. Esto implicaría una ruptura entre los saberes que la sociedad demanda y los que la escuela otorga, un problema en la capacidad de transmisión (crisis de transmisión)113 y de reproducción de la cultura. En este relato se manifiesta la intención de lograr un asesoramiento orientado a acercar a los docentes ciertas herramientas necesarias para mejorar la transmisión, que obviamente se encuentra con dificultades en el contexto de la “modernidad líquida”, caracterizada como ya se ha dicho, por la fluidez, la incertidumbre, la flexibilidad y la novedad. Características que se presentan como ejes de estructuración de la vida social y en donde se les pide a los individuos y a las instituciones, cada vez más que se autodiseñen para competir satisfactoriamente en ese escenario (Dussel, 2006). En lo dicho por D, se alude también a una toma de conciencia de la falta de un asesoramiento que debería ofrecerse desde una supervisión escolar comprometida con la situación de vulnerabilidad de los propios docentes y orientada a fortalecer las motivaciones de los mismos que, en virtud de las mutaciones escolares a las que hemos venido aludiendo, estarían en franca decadencia. Por otro lado, desde este relato la voluntad de “cambiar la cabeza a los docentes” estaría dando cuenta de la apropiación de una “oportunidad de deshacer profecías de fracaso” (Frigerio, 2004:15), un intento de torcer “destinos inexorables” de algunos alumnos en el marco de las incertidumbres e injusticias que sin duda, habitan las coordenadas de nuestro tiempo actual, pero también es posible apelar a sus intersticios posibilitadores de futuros que todo escenario presenta. Este tipo de experiencia se basa en una relación de homología entre la supervisión y los directores y docentes, y alumnos. Se trata de recomponer el sentido subjetivo y cultural de los saberes escolares, problemática que se abre y autonomiza cuando uno se aleja del programa institucional. El hecho de que esta experiencia sea homóloga no implica que no se puedan contraponer ya que unos y otros tienen el problema de la motivación. En este tipo de trabajo sobre los otros se da por sentado que los directivos y docentes deben constituirse en sujetos autónomos y activos de la docencia, mientras que los supervisores deben asesorarlos en esa tarea variando las estrategias actitudinales y de métodos. En el mismo sentido, los alumnos deben constituirse como sujetos activos de sus estudios y los docentes deben colaborar con eso. Todos los actores mencionados se encuentran en esa situación relacional y el proceso de socialización consiste mas en resolver ése problema que en imponer normas (Dubet, 2006).