La característica más manifiesta de esta última es referirse, no a los actos pasados, sino al movimiento de los pensamientos, que pueden ser, por l...
La característica más manifiesta de esta última es referirse, no a los actos pasados, sino al movimiento de los pensamientos, que pueden ser, por lo demás, el recuerdo de un acto realizado o la idea de un acto por realizar. Pero el objetivo del examen es el pensamiento mismo, la cogitatio. No hay nada de sorprendente en el hecho de que la práctica del examen en la vida monástica esté centrada en el movimiento del pensamiento y no en el pasado de los actos. Por de todos los justos y los santos, que ha logrado, en los lazos de este cuerpo mortal, poseer inmutablemente el bien soberano, sin apartarse nunca de la contemplación divina y sin dejarse distraer un solo instante por los pensamientos terrenales.
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