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¿Pero qué tiene que ver todo eso con el problema de la sexualidad? ¡Pues mucho! La tensión sexual se siente en todo el cuerpo, pero especialmente e...

¿Pero qué tiene que ver todo eso con el problema de la sexualidad? ¡Pues mucho! La tensión sexual se siente en todo el cuerpo, pero especialmente en el corazón y el abdomen. Gradualmente, la excitación se concentra en los genitales, que se llenan de sangre, y en cuya superficie ocurren cargas eléctricas. Sabemos que un toque delicado en una parte sexual-mente excitada del cuerpo provoca excitación en otras partes. La tensión o la excitación aumentan con la fricción, culminando en el orgasmo, un estado en el cual se producen contracciones involuntarias de la musculatura de los genitales y del cuerpo como un todo. Es un hecho bien conocido que la contracción muscular es acompañada por la descarga de energía eléctrica. Esa descarga puede ser medida y representada en forma de una curva gráfica. Algunos fisiólogos opinan que los nervios almacenan energía que se descarga en la contracción muscular. No es el nervio, sino únicamente el músculo, capaz de contraerse, el que puede descargar energía. Con la fricción sexual, la energía es almacenada en ambos cuerpos, y luego descargada en el orgasmo. El orgasmo debe ser entonces un fenómeno de descarga eléctrica. La estructura de los genitales está especialmente adaptada para ello: gran vascularidad, densos ganglios nerviosos, erectilidad, y una musculatura especial capaz de contracciones espontáneas. Investigando el proceso más detenidamente, se descubre un movimiento en cuatro tiempos: 1. Los órganos se llenan de fluido: erección con tensión mecánica. 2. Eso conduce a una excitación intensa, que supuse de naturaleza eléctrica: carga eléctrica. 3. En el orgasmo, la carga eléctrica o excitación sexual, se descarga en contracciones musculares: descarga eléctrica. 4. Sigue la relajación de los genitales, mediante un reflujo de los fluidos corporales: relación mecánica. Esos cuatro tiempos: TENSIÓN MECÁNICA → CARGA ELÉCTRICA → DESCARGA ELÉCTRICA → RELAJACIÓN MECÁNICA, recibieron el nombre de fórmula del orgasmo. Podemos imaginarnos en forma sencilla el proceso descrito. Volvamos aquí al funcionamiento de la vejiga elástica inflada, acerca de la cual había estado pensando unos seis años antes del descubrimiento de la fórmula del orgasmo. Comparemos dos esferas, una rígida, de metal, y otra elástica, digamos una vejiga de cerdo, o una ameba. La esfera metálica sería hueca, mientras que la vejiga de cerdo contendría un complejo sistema de fluidos y membranas de densidad y conductividad diferentes. Además, la esfera metálica recibiría su carga eléctrica desde afuera, digamos, de una máquina estática; la vejiga de cerdo, en cambio, contendría en el centro un aparato de carga de acción automática, es decir, sería cargada espontáneamente desde adentro. Según leyes fundamentales de física, la carga de la esfera de metal se distribuiría en forma pareja sobre la superficie, y únicamente sobre ella. La vejiga de cerdo, en cambio, estaría cargada en todas sus partes; debido a las diferencias en densidad y a la variedad de fluidos y membranas, la carga variaría de un lugar a otro; además, las cargas estarían en movimiento continuo desde los lugares de potencial elevado a los de menor potencial. Pero, en general, predominaría una dirección: desde el centro, la fuente de energía eléctrica, a la periferia. Por tal razón, la vejiga se dilataría y contraería más o menos continuamente. De cuando en cuando —como la vorticella— retornaría a la forma esférica, en la cual —manteniéndose constantemente el contenido— la tensión superficial es menor. En el caso de que la producción de energía interior fuera excesiva, la vejiga la descargaría por medio de algunas contracciones, es decir, que podría regularla. Esa descarga de energía sería sumamente placentera, pues eliminaría la tensión contenida. En estado de expansión longitudinal, la vejiga podría ejecutar varios movimientos rítmicos, como expansión y contracción alternantes, el movimiento de una lombriz o de peristalsis intestinal: O el cuerpo entero podría hacer en movimiento serpentino: En esos movimientos, el organismo de la vejiga eléctrica formaría una unidad. Si pudiera sentir, experimentaría esa alternancia rítmica de expansión y contracción como placentera; se sentiría como un niño que salta hacia arriba y abajo rítmicamente con alegría. Durante esos movimientos, la energía bioeléctrica estaría constantemente en estado de tensión—carga y descarga—relajación. Se convertiría en calor, energía mecánica, cinética, o trabajo. Una vejiga de tal índole, se sentiría, como el niño, identificada con el ambiente, el mundo, los objetos. Si hubiera varias vejigas, tomarían contacto inmediatamente unas con otras, pues cada una identificaría la experiencia de su ritmo y movimiento propios con la de las demás. No serían capaces de comprender el desprecio por los movimientos naturales, ni tampoco la conducta no natural. La producción continua de energía interior garantizaría el desarrollo, lo mismo que en el caso del brote de las plantas o de la división progresiva de células, después del agregado de energía por medio de la fertilización. Más todavía, el desarrollo no tendría fin. E1 trabajo se efectuaría dentro de la estructura de la actividad biológica natural, y no en contra de ella. La expansión longitudinal durante largos períodos de tiempo, tendería a hacer que la vejiga mantuviera esa forma y podría conducir al desarrollo de un aparato de soporte (esqueleto) en el organismo. Ello haría imposible el retorno a la forma esférica, pero la flexión y la extensión serían todavía completamente factibles, es decir, existiría aún el metabolismo de la energía. Por cierto, la presencia de ese esqueleto haría ál organismo más vulnerable a las perjudiciales inhibiciones de la motilidad, pero en sí no constituiría una inhibición. Tal inhibición sólo podría compararse con el hecho de sujetar a una serpiente por un punto de su cuerpo. Si atáramos a una serpiente por un punto cualquiera del cuerpo, perdería el ritmo y la unidad del movimiento orgánico ondulado, incluso en aquellas partes del cuerpo que quedaran libres. E1 cuerpo animal y el humano se asemejan en realidad a la vejiga que acabamos de describir. Para completar el cuadro, debemos introducir un mecanismo bombeador automático que hace circular el fluido a un ritmo uniforme desde el centro a la periferia y de vuelta: el sistema cardiovascular. Aun en las etapas más inferiores del desarrollo, el cuerpo animal posee un aparato central para la producción de bioelectricidad. En los metazoarios, tal aparato está formado por los llamados ganchos vegetativos, que son conglomerados de células nerviosas situados a intervalos regulares y unidos por fibrillas a todos los órganos y sus partes respectivas. Regulan las funciones vitales involuntarias y son los órganos de las sensaciones y sentimientos vegetativos. Forman una unidad conexa, un "sincitio", y al mismo tiempo están divididos en dos grupos que tienen cada uno una función opuesta: simpático y para-simpático. Nuestra imaginaria vejiga puede expandirse y contraerse. Podría expandirse a un grado extremo y luego relajarse mediante unas pocas contracciones. Podría estar floja o tensa, relajada o excitada. Podría concentrar las cargas eléctricas junto con los fluidos que las conducen, ora más en un lugar, ora más en otro. Si se la comprimiera en toda su superficie, es decir, imposibilitando la expansión, mientras continuara simultáneamente la producción interna de energía, experimentaría constante angustia, o sea, una sensación de opresión y constricción. Si pudiese hablar, nos imploraría que la "liberáramos" de su doloroso estado. No le interesaría lo que pudiera sucederle, salvo una cosa: que el movimiento y el cambio reemplazaran su estado rígido y comprimido. Como no podría lograrlo por sí sola, alguien tendría que hacerlo por ella. Eso podría obtenerse arrojándola por el espacio (gimnasia), amasándola (masaje), si fuera necesario pinchándola (la fantasía de que la hacen estallar), dañándola (fantasía masoquista de ser golpeado, harakiri), y, si todo lo demás fracasara,

Esta pregunta también está en el material:

La funcion del orgasmo
382 pag.

Psicologia, Psicanálise, Psicologia Humano Universidad Nacional De ColombiaUniversidad Nacional De Colombia

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