fuerzo para conseguir que su pareja se comporte como usted quiere en el asunto en cuestión. Se trata de una tregua. Debe hacer esto de modo unilate...

fuerzo para conseguir que su pareja se comporte como usted quiere en el asunto en cuestión. Se trata de una tregua. Debe hacer esto de modo unilateral, sin tan siquiera decírselo a su pareja. Esto lo hace por usted, no por ella. Claro que ella puede sentirse aliviada de no tenerle a usted persiguiéndola por este asunto, pero no lo está haciendo para ser amable con su pareja. Si decide intentarlo, lo hace porque está usted está estancado y dispuesto a intentar una estrategia diferente. Las viejas estrategias no han funcionado, así que quizá este camino le conduzca a algún lugar nuevo y de más paz. Sin embargo, para hacer esto, para dejar de intentar que su pareja cambie, debe ser capaz de afrontar las emociones que probablemente se producirán a continuación (una intensa decepción) los juicios y el enfado que con toda probabilidad se producirán a partir de su frustración de no haber obtenido lo que deseaba. Gestionar la decepción La decepción se halla en la misma escala emocional que la tristeza y el dolor, por lo que es casi similar. Cuando usted no obtiene lo que quiere, sea cual sea la causa de esto, la decepción es al menos una de las emociones que probablemente sentirá. La decepción puede ser punzante. Normalmente viene acompañada de una baja energía y un impulso de hundirse o de retirarse, de tirar la toalla (al menos temporalmente). Existen al menos tres respuestas fundamentales que pueden colaborar a que la decepción siga su curso natural, para que usted no se quede estancado en la tristeza y la depresión: 1. Validar la decepción: es razonable cuando usted no obtiene lo que quiere; puede validar usted mismo este sentimiento o también dejar que alguien lo haga. 2. Aliviar el dolor: trátese decentemente, haga lo mismo que haría por alguien que temporalmente sintiera mucha tristeza o consiga a alguien que le alivie. 3. Permanezca activo: ser activo es un tratamiento simple y eficaz para la depresión (Addis y Martell 2004), y probablemente un ingrediente esencial para prevenir que la tristeza se convierta en depresión. Permanecer activo incluye involucrarse en acciones físicas, sociales, intelectuales/cognitivas y de ocio y esforzarse en ir un poco más allá de lo que le resulta cómodo. ecuencia (dos veces por semana) con su hija de dos años, Kara, lo que producía que se excitara demasiado antes de la hora de dormir; esto hacía que le resultara difícil dormirse, por lo que se salía varias veces de su cama antes de calmarse y a la mañana siguiente se levantaba cansada. Annie se enfurecía con Seth cuando les oía a ambos alborotar por toda la casa, pero al final ya era demasiado tarde. Sin embargo, seguía regañando a Seth y encareciéndole una y otra vez a que jugara tranquilamente a la hora de dormir y que se reservara el corretear para la mañana temprano. Por otra parte, Annie, tenía la costumbre de perder cosas, como las llaves (las suyas y las de Seth), se quedaba fuera de la casa o juegos a la hora de dormir de su hija. Decidió cortar de raíz su actitud y llevar un registro en una ficha de cada situación en la que sentía el impulso de gritar a Seth. Resultó que fueron muchas. Practicó el darse cuenta de su frustración y se sorprendió de cuánta tristeza sentía cuando abandonaba sus juicios y su enfado. Tenía muchos pensamientos críticos en su mente, como “él es un adulto, debería saber cómo comportarse” y “es tan desconsiderado” o “actúa como si fuera él el niño de dos años”. A pesar de todo fue perseverante. Empezó a tranquilizarse, sentándose en su sillón preferido, escuchando su CD favorito y simplemente relajándose al escuchar una o dos canciones. Se validó a sí misma de diversas formas: advirtió su tristeza y se dio cuenta de que tenía mucho sentido, dado que sus ideas acerca como debería ser la educación de sus hijos no funcionaban y validó la constatación de lo difícil que era el simple hecho de no ceder al impulso de criticar a Seth. Y siguió siendo activa, procurando hacer actividades con sus amigas y salir con Seth en pareja y disfrutando juntos de esas ocasiones. Pasadas algunas semanas, dejó realmente de regañar, quejarse y criticar a Seth por sus juegos dinámicos con su hija a la hora de dormir. Estaba orgullosa de su logro, pero cada vez que él jugaba, seguía sintiendo muchas emociones negativas y se daba cuenta de que en realidad quería que dejase de jugar. Entonces decidió dar el siguiente paso. Mientras Annie recorría todo este proceso, Seth decidió por su cuenta considerar el aceptar los frecuentes olvidos de Annie. Se percató de que, cuando Annie perdía sus llaves, su monedero, los recibos o cualquier otra cosa, su respuesta excesivamente negativa y crítica no la ayudaba en realidad a volverse menos olvidadiza. Analizó un ejemplo reciente de haber tenido que dejar el trabajo para ir a casa y llevar a Annie al auto para que pudiera acompañar a su hijo Jacob a la cita con el médico. Se dio cuenta de que sus emociones incluían no solo frustración por haber interrumpido su trabajo, sino también preocupación por lo que los demás pudieran pensar de él y también frustración por tenerse que quedar un poco más trabajando fuera del horario habitual. Dejar de intentar conseguir que Annie cambiase, significaría que afrontaría ocasionalmente frustraciones periódicas. Sorprendentemente, se dio cuenta también de que era difícil ver a Annie y a los niños en medio de la jornada un par de minutos y tener que volver al trabajo. ¡Les echaba de menos! Se percató de que había estado triste por ello pero no había sido consciente de ello durante todo ese tiempo, porque estaba lleno de juicios (“ella es tan egoísta e incompetente”) y rabia. Practicó la autovalidación de estas emociones y decidió dejar de quejarse de los olvidos de Annie y de criticarla por ellos. Le será más fácil todo esto después de dejar de enfocarse en intentar cambiar a su pareja por un tiempo (varios días o varias semanas). Hará ajustes. Sin embargo, el comportamiento de su pareja probablemente seguirá molestándole un poco o mucho. Si este comportamiento que solía enfurecerle ya no le molesta, ya ha logrado cambiar lo que se había convertido en un mal hábito para usted. ¡Enhorabuena! Ya lo ha conseguido y puede seguir adelante y tal vez intentar aceptar una conducta “problemática” diferente. No obstante, si la conducta de su pareja aún le molesta, es el momento de dar el siguiente paso y explorar las consecuencias de su propio cambio de hábito. Práctica 1. Haga una lista de las cosas que ha intentado una y otra vez para conseguir que su pareja actúe de forma diferente, pero sin lograrlo. 2. Escoja una que esté dispuesto a tolerar durante un par de semanas. 3. Deje de criticar, quejarse, regañar, exigir o hacer cualquier cosa para intentar que su pareja cambie. 4. Siga los pasos sugeridos en esta sección para ayudarse a gestionar su decepción y abandone sus juicios y su enfado. 5. Si ya no le molesta ese comportamiento concreto, atribúyase el mérito de haber revertido con eficacia un hábito. A continuación, vuelva al paso dos y escoja otra cosa de su lista para continuar. Si todavía está molesto, pase a la siguiente sección. Hágase consciente del sufrimiento innecesario Para aceptar totalmente el comportamiento de su pareja, necesitará mucha motivación. La aceptación no es algo innato y el defecto consiste en persistir en la actitud: “que cambie, que cambie y que cambie”. En este paso, prestará mucha atención al coste de su agenda de cambio, haciéndose más consciente de cuánto sufrimiento produce su actitud posición de no aceptación y no cambiar de hábito. Ya ha registrado las situaciones en las que ha tenido que trabajar para tolerar el comportamiento de su pareja. Tolerar no ha sido suficiente. Todavía le corroe a veces. ¿Cuáles son los costes de inclinarse hacia el cambio, esperando el cambio, queriendo el cambio? En cada situación en la que tiene que abstenerse de criticar, reprender o quejarse de su pareja, advierta qué sucede. En primer lugar, durante el tiempo que usted está “tolerando” su comportamiento, es usted infeliz y no está involucrado en el resto de su vida: se halla estancado en el tiempo, sufriendo. Pero probablemente esto no acaba aquí. Exist