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En contraste con el patrón de evitación, aquí los miembros de la pareja acaban expresando mucha hostilidad, dejan de recordar o de expresar su amor...

En contraste con el patrón de evitación, aquí los miembros de la pareja acaban expresando mucha hostilidad, dejan de recordar o de expresar su amor recíproco y son incapaces de entender el punto de vista del otro, lo que se manifiesta naturalmente mediante expresiones ofuscadas por inexactas y a menudo hostiles. Al final de cada discusión, ambos se han comportado negativamente y lamentarán sus propias acciones, una vez que recuperan su equilibrio emocional. Y la mayoría de las parejas habrán aumentado su vulnerabilidad a la reactividad emocional en el siguiente conflicto, temiendo su propia respuesta y la del otro al conflicto. Es importante advertir que la implicación destructiva no empieza necesariamente de esta manera. Se llama así, porque es el punto en el que acaba la conversación. De hecho, uno de los dos, o ambos, puede comenzar razonablemente en calma y emocionalmente regulado, con una clara consciencia de sus buenas intenciones, su compromiso y su amor mutuo. Pero sin la capacidad para permanecer regulado en una situación delicada, si el conflicto no puede resolverse fácilmente, uno de los miembros (y muy pronto el otro) empezará a sentirse crecientemente molesto y cruzará la línea de comportamiento ineficaz –disfuncional–, o dejará de describir con precisión lo que desea, dejará de escuchar con empatía, etc. A veces el deterioro de la relación será menor y a veces será mayor. Patrón de implicación-distancia Al contrario de otros patrones, en el patrón de implicación-distancia existe un desequilibrio entre los miembros de la pareja: uno se mueve en una dirección y el otro va en dirección opuesta. Es decir, una persona quiere hablar o tratar de una cuestión y estar juntos, pero el otro, al menos en ese momento, no quiere seguir hablando del tema y tal vez ni siquiera estar juntos y prefiere retirarse. Lo que hace de este patrón de comportamiento algo particularmente espinoso es que el que se involucra o el que se distancia puede empezar a hacerlo tanto de un modo constructivo y funcional como de un modo destructivo, aversivo o evitativo. Sin embargo, con independencia de la intención, este patrón acaba siendo un desastre (Fruzzetti y Jacobson 1990). Por ejemplo, si Sally tuvo alguna dificultad en el trabajo, tal vez quiera hablar de ello con Ron. Podría decir: “¡Vaya día que he tenido!”. Pero en esos momentos, quizá Ron esté ocupado en cualquier otra cosa y por ello puede que no se dé cuenta de que Sally quiere realmente hablar y obtener un poco de apoyo emocional. Su respuesta de “hola, cariño… estoy intentando obtener conexión con internet para trabajar…, pero no está siendo fácil” es muy invalidadora para Sally que intensifica su agitación emocional. A medida que se intensifica su agitación, su foco de atención se desplaza de lo que realmente quiere (apoyo de su marido, ser escuchada y sentirse cerca de él) a su propia agitación, que ya era mayor de lo normal debido a los problemas que había tenido durante la jornada (vulnerabilidad emocional). En ese momento le dice a Ron: “No importa”, con un tono ligeramente desagradable. Ron, todavía un poco despreocupado, se toma el “no importa” en serio y se siente aliviado. Sally se irrita y cuando está irritada es difícil y a menudo desagradable hablar con ella. Así que él dice alegremente “de acuerdo” y vuelve a lo que estaba haciendo. Sally se va a otra habitación y comienza a “cocer” la agitación emocional negativa resultante de este “fallo” adicional de Ron por no haber estado receptivo. Empieza a sentirse desbordada de emociones (su emoción original, más sentirse herida, triste, avergonzada y enojada), reflexiones (“en realidad no le importo”) y juicios sobre Ron (“es tan egoísta”), o sobre sí misma (“es culpa mía; soy tonta de pensar que se interesaría”). Minutos después, ya desregulada, le grita a Ron: “No sé por qué me casé contigo” o “ni siquiera sé porque sigues casado conmigo”. Ron reacciona entonces a la defensiva (surge su propia agitación emocional), diciendo algo como: “¿Por qué debería hablar contigo? ¡Estás comportándote como una loca! Lo único que yo intentaba hace hacer es arreglar el maldito ordenador y reaccionas ¡como si hubiera cometido un asesinato o un crimen!”. Ambos se sienten mutuamente decepcionados y habrán aumentado su hipersensibilidad cuando se produzca la próxima situación conflictiva. Este patrón puede desarrollarse de múltiples formas, pero los patrones destructivos siempre tienen en su núcleo una escalada de emociones negativas. Cómo afectan a las personas las interacciones negativas Múltiples investigaciones han demostrado repetidamente que una relación cercana y sana es buena para todos (por ejemplo, Brown y Harris 1978). Igualmente, mantener una relación angustiosa o altamente conflictiva de pareja hace pagar su peaje al bienestar personal. Por ejemplo, es mucho más probable que las personas se depriman si están en una difícil relación de pareja que si están en una pareja feliz (Fruzzetti 1996). Del mismo modo, son manifiestamente más elevados los índices de abuso de drogas o medicinas, trastornos de ansiedad y problemas de salud entre las parejas angustiadas y altamente conflictivas (Whisman y Uebelacker 2003). Además, las relaciones muy conflictivas provocan efectos nocivos en los hijos expuestos continuamente a los conflictos parentales (por ejemplo, Cummings y Davies 1994; Gottman y Katz 1989). Es importante señalar que las investigaciones en este campo han demostrado que cuando las parejas resuelven sus dificultades y mejoran su relación, aumenta sustancialmente el bienestar individual de ambos miembros (por ejemplo, Jacobson y otros 1991 y 1993). Hay algo que parece salvar nuestra alma cuando somos capaces de expresarnos y ser comprendidos, cuando hay compañerismo y cercanía, y cuando somos capaces encontrar la paz con nuestra pareja. Cómo utilizar este libro Este libro trata de aprender a gestionar nuestras emociones eficazmente, para promover una mejor comunicación, favorecer el amor y la cercanía, y resolver problemas. Se basa conjuntamente en los principios de la terapia dialéctico-conductual, un tratamiento dirigido a los problemas graves y arraigados de desregulación emocional desarrollados por Marsha Linehan (1993a, 1993b: véase también Fruzzetti 2002), y los principios de interacción e intervención para parejas y familias desarrollados por muchos autores en el campo de la terapia de parejas, incluido este propio autor (por ejemplo, Fruzzetti 1997; Fruzzetti y Mosco 2006; Fruzzetti e Iverson 2004 y 2006; Fruzzetti y Fruzzetti 2003; Fruzzetti, Hoffman y Santisteban, de próxima aparición; Fruzzetti y Jacobson 1990; Hoffman, Fruzzetti y Svenson 1999; Hoffman y otros 2005). Este libro está dirigido a parejas con relaciones muy conflictivas o que tienen los suficientes conflictos como para estar preocupados, o para considerar tomar un rol activo en intentar mejorar la relación. Este libro puede también ser muy útil para parejas que no parecen tener muchos conflictos, pero que de hecho los evitan o evitan las situaciones conflictivas, porque normalmente siempre van a más. Sin embargo, es necesaria una advertencia: si el elevado grado de conflicto en su pareja incluye violencia o la agresión física o sexual, este libro no es para usted. Si usted ha sido agresivo o violento con su pareja, es importante que utilice todos los recursos disponibles para crear seguridad en su relación; por favor, busque un consejero profesional y/u otros recursos para ayudarle a lograr este tipo de autocontrol. Si usted ha sufrido una agresión física o sexual por parte de su pareja, no deje de pedir apoyo y buscar recursos para ayudarse a conseguir una relación más segura. Nadie merece ser física o sexualmente agredido. El número de teléfono nacional de la línea directa para la violencia doméstica en EEUU es 1-800-799-SAFE (7233) [en España, número gratuito 016]. También puede visitar la web de la institución para obtener más información y recursos [en EEUU] http://ndvh.org [en España, http://www.observatorioviolencia.org/ y http://www.guardiacivil.es/es/servicios/violenciadegeneroyabusoamenores/violenciagenero/index.html o llamar al teléfono de urgencias [en España es el 112]. Las ideas y estrategias que ofrece este libro están diseñadas para ser útiles, pero implican también dar pasos y hablar de temas o situaciones que pueden ser provocadoras por las experiencias previas y las sensibilidades diferentes suya y de su pareja. Es fundamental que ambos miembros de la pareja tengan el autocontrol y el compromiso de autocontrolarse para tolerar esta angustia potencial, sin volverse agresivos ni violentos. Solo así pueden realmente ayudar los recursos contenidos en esta obra. Lo ideal es que la leyeran juntos usted y su pareja, practicando las habilidades capítulo

Esta pregunta también está en el material:

59 La pareja altamente conflictiva
216 pag.

Psicologia Universidad de CaraboboUniversidad de Carabobo

Respuestas

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El patrón de comportamiento descrito se refiere al patrón de implicación-distancia en una relación de pareja. En este patrón, uno de los miembros busca involucrarse y hablar sobre un tema, mientras que el otro prefiere distanciarse y evitar la conversación. Este comportamiento puede manifestarse de manera constructiva o destructiva, pero en su núcleo implica una escalada de emociones negativas. Este patrón puede tener efectos nocivos en la relación y en el bienestar individual de ambos miembros. Es importante aprender a gestionar las emociones eficazmente, promover la comunicación, favorecer el amor y la cercanía, y resolver problemas en la relación de pareja.

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