Las características de cada uno de estos permisos varían de un país a otro en cuanto a la titularidad del derecho, la remuneración, el agente remun...

Las características de cada uno de estos permisos varían de un país a otro en cuanto a la titularidad del derecho, la remuneración, el agente remunerador, el grado de individualidad, la obligatoriedad, la duración, los derechos sociales asociados, la flexibilidad en el uso, etc. (Pérez, 2014). En la UE, las políticas destinadas a favorecer la maternidad y la paternidad tienen un amplio recorrido y se conforman como elementos esenciales para la mejora de la conciliación de la vida profesional, privada y familiar en la UE, constituyendo un instrumento esencial para la planificación familiar y laboral de cada Estado miembro y para el desarrollo de sus propias políticas (Pérez, 2014). 2. PERMISOS DE ATENCIÓN A LA INFANCIA EN SUECIA 2.1. Permisos para padres y madres Los permisos parentales se introdujeron por primera vez en Suecia en 1974. Están concebidos como derechos personales pero transferibles, es decir, que, aunque son de disfrute individual, es la pareja quien conjuntamente decide cómo se reparte su uso entre los dos miembros. Como fuera que son las mujeres las que hacen uso casi exclusivo de estos derechos de cuidado conjunto (o transferibles) ha conducido a algunos países nórdicos a ir introduciendo cuotas de intransferibilidad para cada uno de los cónyuges, por ejemplo, dos meses en Suecia (Castro y Pazos, 2007). De esta manera, para las parejas que acaban de tener un hijo, el permiso, también denominado “seguro”, reemplaza su antiguo salario; además, se le garantiza a cada uno de los padres la vuelta al mercado laboral después del permiso. Desde su puesta en marcha, el permiso parental no ha dejado de evolucionar sufriendo varias reformas y ampliaciones, tanto en lo que respecta a su duración como en su cuantía. De modo que inicialmente tenía una duración de 6 meses y una remuneración que representaba el 90% del salario (Martínez, 2008), pero con el tiempo se ha ampliado a 16 meses (480 días) compartidos entre madre y padre (Europa Press, 2017) y a una prestación del 80% del salario los 390 primeros días, mientras que los 90 últimos se remuneran según una cuantía fija garantizada igual para todos (Europa Press, 2016; Martínez, 2008; Ticbeat, 2017; Försäkringskassan, 2016). Acogiéndose al permiso parental, las madres trabajadoras tienen derecho a un permiso por el nacimiento de su hijo de un período continuo de al menos siete semanas antes de la fecha estimada del parto y siete semanas después del parto, (Sveriges Riksdag, 2015). No obstante, los primeros permisos parentales aparecen como obligatorios para las mujeres y opcionales para los hombres. Mientras el 100% de las mujeres asumen el seguro parental cuando son madres durante 400 días de permiso, el 43% de los padres solo lo utiliza durante 90 días. Es decir, a pesar de ser uno de los países europeos más igualitarios en este aspecto, sigue siendo la mujer quien asume la responsabilidad del permiso, bien sea a tiempo completo bien utilizando el trabajo parcial o los horarios flexibles (Europa Press, 2016 y Martínez, 2008). El permiso paternal es exclusivo para el padre y posee una duración de 10 días de permiso por el nacimiento del niño (20 en caso de gemelos) (TICbeat, 2017), teniéndolos que tomar dentro de los primeros sesenta días de vida de su hijo y elevándose su cuantía casi al 80% de su salario (TICbeat, 2017; Martínez, 2008; Sveriges Riksdag, 2015). Este permiso sí lo puede disfrutar el padre conjuntamente con la madre mientras que ella está disfrutando su permiso parental. Es interesante resaltar que a aquellas familias cuyos progenitores se dividan la mitad del permiso cada uno cobra una bonificación de igualdad en forma de paga extra (Martínez, 2008). En 1995 se introdujo la denominada cuota para el padre, que consiste en reservar una parte del permiso parental exclusivamente para el padre, de manera que, si este decide renunciar a él y continuar ejerciendo su trabajo, la pareja lo pierde, es decir, la madre no lo puede asumir en lugar del padre (Pivetal, 2016). Tabla 1. Permisos parentales Madres Padres 480 días compartidos entre padres y madres. Los primeros 390 días al 80%. 60 días (mínimo obligatorio) + 10 días laborables después del nacimiento. Fuente: Elaboración propia. a partir de datos tomados de: https://www.bebesymas.com/noticias/permisos-de-maternidad-y-paternidad-en-europa Desde la propia OCDE se subraya la importancia de aumentar los permisos parentales, para que de esta forma se pueda contribuir a la reducción de la discriminación en la contratación de las mujeres (OECD, 2016). En Suecia, se observa el porcentaje tan igualado de mujeres (55%) y hombres (57%) que les gustaría tener una participación igualitaria en el permiso parental. Sin embargo, la mayoría de las madres piensan que han tomado un permiso mayor que su pareja. Cuando se les pregunta por qué razón tomaron un permiso superior al de su pareja, la mayoría responde que el motivo radica en los beneficios económicos, seguido de porque querían estar más tiempo con sus hijos (Sifo, 2016). 2.2. Reducciones por lactancia En Suecia, la Ley de Permiso Parental de 1995 sostiene que ambos progenitores tienen derecho a una reducción de su jornada laboral para amamantar a su hijo y conservar su prestación laboral. El tiempo se acordada entre el empleador y el trabajador (Sveriges Riksdag, 2015). Sin embargo, en cuanto a permisos por lactancia materna, en los países europeos la duración se ubica por debajo de lo recomendado por la OMS, según estudios realizados no cumplen con las recomendaciones y políticas de la estrategia mundial para la nutrición del niño pequeño y el lactante (Conciliación real ya, 2018). Los países europeos, excepto España, no establecen ningún tipo de permiso para las madres que necesiten ausentarse de su actividad laboral durante los primeros meses de vida de su hijo para alimentarlos (Worktel Blog, 2017 y Conciliación real ya, 2018). 2.3. Reducciones de jornada laboral En Suecia, a las mujeres embarazadas cuyo trabajo implica la realización de un esfuerzo físico se les ofrece una ayuda especial que consiste en la reducción de su jornada laboral. Estas trabajadoras pueden beneficiarse de dicha reducción desde los 60 días de embarazo hasta que falten 11 días para la fecha prevista para el parto. La remuneración de este permiso la lleva a cabo la Seguridad Social sueca (Forsakringskassan) y equivale al 80% del salario percibido (González, 2015-2016). Según la Ley de Licencia Parental de 1995, ambos padres tienen derecho a una reducción de su jornada laboral hasta que el hijo cumpla ocho años de edad o haya terminado su primer año en la escuela, pudiendo reducir su jornada laboral hasta en un 25% (Sveriges Riksdag, 2015 y Information om Sverige, 2016). De esta forma, aproximadamente, tanto el padre como la madre pueden reducir sus horas de trabajo a unas 30 horas semanales. Sin embargo, también en este caso se produce un gran desequilibrio de género, siendo la mujer quien se acoge a este trabajo a tiempo parcial de forma mayoritaria (Larsson y Björk, 2017; Duvander y Haas, 2013). Así, Suecia se posiciona como uno de los principales países con mayor flexibilidad laboral (Conciliación real ya, 2018). Alrededor del 1% de los empleados tienen un horario de trabajo muy extenso, una de las tasas más bajas en la OCDE, donde el promedio es de 13% (OECD, Better Life y Index, 2013). A partir de las 16.00h. se deja de trabajar. Eso sí, el comienzo de la jornada laboral suele tener lugar entre las 07.00h. y las 08.00h., y las horas libres entre el trabajo matutino y el de la tarde se reducen para crear una jornada laboral que beneficia considerablemente a la conciliación familiar (Conciliación real ya, 2018). 2.4. Excedencias La excedencia, conocida como “permiso parental temporal”, también la pueden solicitar los progenitores en Suecia (a repartir entre ambos padres) por el cuidado de un hijo enfermo, teniendo una duración de 120 días por niño al año (CESIFO, 2014 y Martínez, 2008). Su objetivo primordial estriba en atender y cuidar a los hijos enfermos hasta que alcancen la edad de los 12 años; además, puede utilizarse para poder atender a la educación de los hijos de entre 6 y 11