Ahora la gente tiene la opción de conocer nuestra historia, pero no como algo que alguien ajeno o enajenado contó, sino leyendo un texto escrito po...
Ahora la gente tiene la opción de conocer nuestra historia, pero no como algo que alguien ajeno o enajenado contó, sino leyendo un texto escrito por nuestras propias manos, con una verdad vista desde abajo, desde el batey, con nuestra perspectiva marginalizada de forma múltiple y sostenida a lo largo del tiempo.
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