A pocos lugares podría aplicárseles con mayor propiedad el calificativo de espacio de sociabilidad como a la taberna; de hecho, las características...
A pocos lugares podría aplicárseles con mayor propiedad el calificativo de espacio de sociabilidad como a la taberna; de hecho, las características de voluntariedad, de «naturalidad» no interferida por otras instancias sociales —se está hablando de sociabilidad popular— coinciden en ser algunas de las características más notorias de la taberna1; como tienden a serlo, por lo demás, los espacios que el historiador francés Maurice Agulhon denomina de sociabilidad informal, y que han empezado a ser analizados en el caso español, y más particularmente en Asturias2.
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